Las investigaciones realizadas durante 11 años por científicos australianos no han tenido éxito en descubrir las ondas gravitacionales, estipuladas en la teoría general de la relatividad de Albert Einstein, proclamada hace 100 años. Las conclusiones de los científicos hacen revisar de otra manera los anteriores estudios sobre las galaxias y agujeros negros.
Durante 11 años el equipo de investigadores de la organización científica australiana (CSIRO, por sus siglas en inglés) y el Centro Internacional de Investigación en Radioastronomía, ubicado en Australia, trataba de detectar las ondas gravitacionales mediante el telescopio de alta precisión Parkes. Precisamente, los científicos esperaban descubrir una especie de sonidos (rumor) en el fondo de las ondas, aunque no tuvieron éxito, informa el portal de CSIRO.
La teoría general de la relatividad de Albert Einstein prevé la existencia de las ondas gravitacionales y se considera que ellas llevan la información que permitiría a los científicos asomarse al universo y mirar hacia sus inicios. Se cree que las galaxias crecen mediante la fusión y en el centro de cada una de ellas se encuentra un agujero negro supermasivo.
La teoría general de la relatividad de Albert Einstein prevé la existencia de las ondas gravitacionales y se considera que ellas llevan la información que permitiría a los científicos asomarse al universo y mirar hacia sus inicios. Se cree que las galaxias crecen mediante la fusión y en el centro de cada una de ellas se encuentra un agujero negro supermasivo.
Al unirse las galaxias, los agujeros negros se acercan uno a otro y forman una pareja orbital. Después, según la teoría de Einstein, se envían las ondas gravitacionales a través del espacio-tiempo, el mismo tejido del universo. La teoría de Einstein no fue desmentida, pero los estudios hicieron que se viera desde otro punto de vista.
El que los científicos no consiguieran detectar directamente las ondas gravitacionales puede tener diversas explicaciones, entre las cuales figura la rapidez de fusión de los agujeros negros. "Podría ser así por el gas que rodea el agujero negro, creando la fricción y consumiendo la energía, dejándolos que pasen a estar apretados con bastante rapidez", dijo el Dr. Paul Lasky, miembro del equipo investigador e integrante de la Universidad de Monash, Australia. Los actuales estudios podrían revolucionar el mundo científico y servir para las futuras investigaciones de los astronautas.
El que los científicos no consiguieran detectar directamente las ondas gravitacionales puede tener diversas explicaciones, entre las cuales figura la rapidez de fusión de los agujeros negros. "Podría ser así por el gas que rodea el agujero negro, creando la fricción y consumiendo la energía, dejándolos que pasen a estar apretados con bastante rapidez", dijo el Dr. Paul Lasky, miembro del equipo investigador e integrante de la Universidad de Monash, Australia. Los actuales estudios podrían revolucionar el mundo científico y servir para las futuras investigaciones de los astronautas.
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