Meses después del famoso sobrevuelo de la nave New Horizons de la NASA, que el pasado 14 de julio se aproximó al sistema que forman Plutón y sus lunas, los resultados no dejan de sorprender.
Esta semana un equipo internacional encabezado por el investigador Alan Stern del Southwest Research Institute en Boulder (Colorado, EE UU) publica en la revista Science los primeros datos científicos.
“La superficie de Plutón muestra formas diversas de relieve, con terrenos que varían en antigüedad, color, composición y albedos”, dicen los autores, que han encontrado “evidencias de una corteza de agua helada, superficies geológicamente jóvenes, convección de hielo, flujo de glaciares, rachas de viento y transporte de compuestos volátiles”.
Todas estas características indican que la superficie de Plutón está modelada por procesos geológicos, de erosión y reciclaje de la corteza, que han estado activos durante un período muy largo de tiempo (los últimos cientos de millones de años), y que probablemente continúan hoy en día. Lo que se desconoce es la fuente de energía que puede estar detrás.
“La variada geología de la superficie y esa larga actividad plantean cuestiones fundamentales sobre cómo planetas pequeños como este pueden permanecer activos durante miles de millones de años después de su formación”, señalan Stern y sus colegas.
Los datos también confirman la presencia de una atmósfera en Plutón, con trazas de hidrocarburos y una presión de unos 10 microbares (menos de la esperada), además de incluir una capa de neblina azulada a escala global.
Sin embargo, en Caronte, la mayor luna de Plutón, no se ha detectado ninguna atmósfera. Lo que sí han observado los instrumentos de New Horizons son las llanuras onduladas y fosas de este satélite, que parece tener una tectónica y una corteza heterogénea, además de una misteriosa zona oscura en su polo norte.
Respecto a Nix e Hidra, otras de las cinco lunas de Plutón, se ha detectado que presentan superficies reflectantes, lo que apunta a la posible existencia de agua helada relativamente limpia. Sus albedos (porcentaje de radiación reflejada respecto a la incidente) son más altos de los previstos por los astrónomos, que esperaban encontrar regiones oscurecidas por procesos externos.
Los patrones de rotación de estas dos lunas tampoco se ajustan a lo que pensaban los científicos, ya que no tienen siempre una misma cara apuntando hacia el planeta enano. Las mediciones señalan que están girando muy rápido y de forma extraña, posiblemente influenciadas por el sistema binario que forman Plutón y Caronte.
En conjunto, todos estos resultados iniciales del sobrevuelo de New Horizons abren el camino para que los científicos entiendan mejor los procesos de este sistema concreto y, en general, de la evolución planetaria, aunque todavía queda mucha información desde la nave.
Fuente: SINC
“La superficie de Plutón muestra formas diversas de relieve, con terrenos que varían en antigüedad, color, composición y albedos”, dicen los autores, que han encontrado “evidencias de una corteza de agua helada, superficies geológicamente jóvenes, convección de hielo, flujo de glaciares, rachas de viento y transporte de compuestos volátiles”.
Todas estas características indican que la superficie de Plutón está modelada por procesos geológicos, de erosión y reciclaje de la corteza, que han estado activos durante un período muy largo de tiempo (los últimos cientos de millones de años), y que probablemente continúan hoy en día. Lo que se desconoce es la fuente de energía que puede estar detrás.
“La variada geología de la superficie y esa larga actividad plantean cuestiones fundamentales sobre cómo planetas pequeños como este pueden permanecer activos durante miles de millones de años después de su formación”, señalan Stern y sus colegas.
Los datos también confirman la presencia de una atmósfera en Plutón, con trazas de hidrocarburos y una presión de unos 10 microbares (menos de la esperada), además de incluir una capa de neblina azulada a escala global.
En el brillante ‘corazón’ de Plutón se encuentra Sputnik Planum, un mar de nitrógeno congelado que puede albergar icebergs de agua helada. Lo que ocurre debajo, se desconoce. (Foto: S.A. Stern et al./NASA)
Sin embargo, en Caronte, la mayor luna de Plutón, no se ha detectado ninguna atmósfera. Lo que sí han observado los instrumentos de New Horizons son las llanuras onduladas y fosas de este satélite, que parece tener una tectónica y una corteza heterogénea, además de una misteriosa zona oscura en su polo norte.
Respecto a Nix e Hidra, otras de las cinco lunas de Plutón, se ha detectado que presentan superficies reflectantes, lo que apunta a la posible existencia de agua helada relativamente limpia. Sus albedos (porcentaje de radiación reflejada respecto a la incidente) son más altos de los previstos por los astrónomos, que esperaban encontrar regiones oscurecidas por procesos externos.
Los patrones de rotación de estas dos lunas tampoco se ajustan a lo que pensaban los científicos, ya que no tienen siempre una misma cara apuntando hacia el planeta enano. Las mediciones señalan que están girando muy rápido y de forma extraña, posiblemente influenciadas por el sistema binario que forman Plutón y Caronte.
En conjunto, todos estos resultados iniciales del sobrevuelo de New Horizons abren el camino para que los científicos entiendan mejor los procesos de este sistema concreto y, en general, de la evolución planetaria, aunque todavía queda mucha información desde la nave.
Fuente: SINC
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