La nueva área protegida, situada en torno a las islas Desventuradas de Chile, atesora un elevado número de especies endémicas
El Gobierno de Chile ha anunciado la creación de una reserva marina de 297.000 kilómetros cuadrados (una superficie similar a la de Italia) en torno a las islas Desventuradas, situadas a unos 900 kilómetros frente a la costa norte de dicho país. El nuevo parque marino, llamado Nasca-Desventuradas, se convertirá de este modo en la mayor zona marina protegida del continente americano.
Las Desventuradas se emplazan en un ecosistema marino único en el que prosperan especies tropicales y de aguas templadas. Según el biólogo marino y Explorador Residente de National Geographic Enric Sala, hasta un 72% de los peces de este archipiélago y de las islas Juan Fernández, situadas a unos 740 kilómetros al sur, son endémicas.
La región fue objeto de una expedición conjunta llevada a cabo en 2013 por la organización ecologista Oceana y National Geographic en el marco del proyecto Mares Prístinos, una iniciativa liderada por Sala destinada a la exploración, el estudio y la protección de los últimos lugares vírgenes de los océanos del planeta.
La región fue objeto de una expedición conjunta llevada a cabo en 2013 por la organización ecologista Oceana y National Geographic en el marco del proyecto Mares Prístinos, una iniciativa liderada por Sala destinada a la exploración, el estudio y la protección de los últimos lugares vírgenes de los océanos del planeta.
Además de ser un importante recurso científico, el Parque Marino Nasca-Desventuradas ayudará a recuperar importantes pesquerías agotadas en esta zona del Pacífico Sur y garantizará el futuro de la pesca de langosta practicada en el archipiélago de Juan Fernández.
El proyecto supondrá asimismo un paso importante de cara al compromiso adquirido por la Convención de las Naciones Unidas sobre Diversidad Biológica, en la que se fija como objetivo la protección de un 10% de los océanos del mundo para el año 2020.
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