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La Cueva de los Tayos: grabados sumerios, túneles asombrosos y la visita de Neil Armstrong


En este mítico sitio ecuatoriano se cree que hace miles de años existió una civilización subterránea avanzada.


Algunos de los misterios más grandes de la humanidad fueron las civilizaciones del pasado. En Ecuador se encuentra la Cueva de los Tayos, que cuenta con 200 millones de años de vida y se cree que allí existieron seres superiores.

Para llegar a este sitio hay que hacer un viaje de tres días por la carretera desde Quito hasta llegar al destino. La cueva se encuentra en medio de la selva tropical de la provincia de Morona, al este de la cordillera de los Andes.

Cuenta la leyenda que el lugar ya era conocido para la tribu Shuar pero no fue hasta 1969 que el húngaro-argentino Juan Móricz, un antropólogo e investigador apasionado, descubrió el mítico sitio.

En la cueva, Móricz encontró unas planchas metálicas con grabados que recordaban a la civilización sumeria.

Sumeria es una región histórica de Oriente Medio, parte sur de la antigua Mesopotamia, entre las planicies aluviales de los ríos Éufrates y Tigris. La civilización sumeria está considerada como la primera civilización del mundo.

Según Móricz, estas imágenes relataban el origen e historia de aquellas personas. En declaraciones para el diario El Universo, Móricz, aseguró: "Pueden tildarme de loco, pero hay seres superiores bajo la tierra".

La cueva recibe su nombre (Tayos) debido a un ave nocturna de color café que vive en cavernas profundas de lugares selváticos y tropicales de Ecuador, Colombia, Venezuela, Perú y Bolivia.

Teorías conspirativas y Neil Armstrong

Luego de los descubrimientos de Juan Moricz, los amantes de los misterios no tardaron en realizar interpretaciones fantásticas. Uno de los que defendió la hipótesis de que en la cueva se encontraban seres superiores. Fue Erich von Däniken, autor del libro "El oro de los dioses" (1972), quien afirmó la existencia de una supuesta civilización subterránea.

Despues de la investigación de Moricz y el libro de Däniken se generó un gran revuelo y esto desembocó en la más grande de las expediciones hechas hasta ese entonces a la cueva. En 1976, los gobiernos de Ecuador e Inglaterra llegaron a un acuerdo para inspeccionar el lugar e indagar el origen de estas placas metálicas y sus inusuales grabados.

El ingeniero escocés Stan Hall comandó la misión en la Cueva de los Tayos, con la participación de instituciones de investigación, las Fuerzas Armadas ecuatorianas y Neil Armstrong, astronauta estadounidense y el primer ser humano en pisar la Luna.

El objetivo de la expedición era corroborar o desmentir las hipótesis de la existencia de seres superiores en el lugar. Stan Hall y Neil Armstrong, junto a todo el equipo, emprendieron los tres días que dura el viaje para llegar a la Cueva de los Tayos. Al llegar a la boca de la caverna, los exploradores que se adentraron al lugar tuvieron que hacerlo bajando a rapel.

A partir del primer descenso, la cueva se abre hacia grandes salones, galerías estrechas, sitios con oquedades y espacios llenos de estalactitas y estalagmitas.

Uno de los lugares más impresionantes del lugar es el portal Móricz. Se trata de una abertura en las rocas que asemeja a una puerta alargada que impresiona por su perfecta forma cuadrada, la cual pareciera que fue tallada de una forma perfecta.

Esta formación geológica ha alimentado la creencia de muchas personas que se inclinan por lo fantástico y piensan que el lugar fue creado por humanos superiores, o incluso de otros seres desconocidos.

Para ingresar en la Cueva de los Tayos se debe hacer con un permiso oficial, pero sobre todo con la guía de la tribu Shuar. En la cueva existen túneles de 17.9 kilómetros, según un estudio de la Sección Nacional del Ecuador del Instituto Panamericano de Geografía e Historia de 2017.

La expedición de Stan fue todo un éxito. Entre las piezas encontradas se destacaron unas planchas metálicas con grabados que recuerdan a la mitología sumeria extendida en Asia Occidental 2.900 años antes de Cristo y que relatan la historia de la humanidad y su relación con seres venidos del cielo, habitantes de la tierra del océano o del inframundo.

No se sabe muy bien que sucedió con las reliquias encontradas, lo que está claro es que los Shuar se sintieron muy decepcionados con la expedición.

Los Shuar


Los locales se sintieron engañados y robados por todos los investigadores y turistas que recorrieron la cueva. Hay muchos autores de libros que se hicieron una fortuna con la exposición de las Cuevas de los Tayos pero los indígenas locales no recibieron ninguna compensación por ello. Después del “saqueo” de las planchas metálicas, cerámica, tablas, etc. El sitio quedó completamente sin rastros de vida.

Por otra parte, y como dato curioso, los bienes históricos que han existido en la cueva, no se han visto en algún museo o exposición, y tampoco hay denuncias para que estos bienes vuelvan a su lugar de origen. Por esta razón, los Shuar no son muy abiertos para dejar ingresar a visitantes.

Miguel Garzón filmó el documental "Tayos" en 2017 y para ello tuvo que pasar varios días dentro de la cueva: "Es más espectacular que la mayoría de las cuevas. Tiene unas formaciones que dan lugar a especulaciones sobre su origen". El documental fue el último registro que se tiene de la cueva.

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La sorprendente verdad sobre los humanos antiguos, según un estudio

Durante unos dos millones de años, el Homo Sapiens y sus ancestros abandonaron la ensalada y cenaron mucha carne.


Aunque los restaurantes veganos están a la orden del día, es probable que nuestros antepasados no pusieran tantos reparos con la comida. De hecho, la cocina paleolítica era cualquier cosa menos magra y verde, la verdad sea dicha, según un estudio de las dietas de nuestros antepasados. Durante unos dos millones de años, el Homo Sapiens y sus ancestros abandonaron la ensalada y cenaron mucha pero que mucha carne.

Por tanto, habría que pensar en otras cosas cuando hablamos de la dieta paleo. Según un estudio realizado el año pasado por antropólogos de la Universidad de Tel Aviv en Israel y la Universidad de Minho en Portugal, los cazadores-recolectores modernos nos han dado una impresión equivocada de lo que alguna vez comimos, informa 'Science Alert'.

"Hace 2 millones de años las sociedades de cazadores-recolectores podían cazar y consumir animales grandes, mientras que los de hoy no tienen acceso a tal generosidad"

"Esta comparación es inútil, sin embargo, porque hace 2 millones de años las sociedades de cazadores-recolectores podían cazar y consumir elefantes y otros animales grandes, mientras que los cazadores-recolectores de hoy no tienen acceso a tal generosidad", dijo en su día el investigador Miki Ben-Dor de la Universidad de Tel Aviv en Israel. Una mirada a cientos de estudios previos, desde la anatomía y fisiología humana moderna hasta las medidas de los isótopos dentro de los huesos y dientes humanos antiguos, sugiere que fuimos principalmente depredadores del ápice hasta hace aproximadamente 12.000 años.

Reconstruir la lista de comestibles de homínidos que vivieron hace 2,5 millones de años se hace mucho más difícil por el hecho de que los restos de plantas no se conservan tan fácilmente como los huesos, dientes y conchas de animales. Otros estudios han utilizado análisis químicos de huesos y esmalte dental para encontrar ejemplos localizados de dietas ricas en material vegetal. Pero extrapolar esto a la humanidad en su conjunto no es tan sencillo.

Podemos encontrar amplia evidencia de caza en el registro fósil, pero para determinar lo que recopilamos, los antropólogos tradicionalmente recurrieron a la etnografía moderna basándose en la suposición de que poco ha cambiado (lo cual, según Ben-Dor y sus colegas, es un error): "Todo el ecosistema ha cambiado y las condiciones no se pueden comparar".

El Pleistoceno fue un momento decisivo en la historia de la Tierra para los humanos, viajando hacia los rincones más lejanos del globo y sobreviviendo a todos los demás homínidos

El Pleistoceno fue un momento decisivo en la historia de la Tierra para los humanos, viajando hacia los rincones más lejanos del globo y sobreviviendo a todos los demás homínidos en nuestra rama del árbol genealógico. Dominada por la última gran glaciación, la mayor parte de lo que hoy es Europa y América del Norte estuvo sepultada regularmente bajo espesos glaciares.

Con tanta agua en forma de hielo, los ecosistemas de todo el mundo eran muy diferentes a los que vemos hoy. Grandes bestias vagaban por el paisaje, incluidos mamuts, mastodontes y perezosos gigantes, en cantidades mucho mayores de las que vemos hoy (obviamente). Por supuesto, no es ningún secreto que el Homo sapiens usó su ingenio y su asombrosa resistencia para cazar estos premios masivos de carne. Pero la frecuencia con la que los depredaron no ha sido tan fácil de averiguar.

En lugar de confiar únicamente en el registro fósil o hacer comparaciones tenues con culturas preagrícolas, los investigadores recurrieron a la evidencia incrustada en nuestros propios cuerpos y la compararon con nuestros primos más cercanos. "Decidimos utilizar otros métodos para reconstruir la dieta de los humanos de la edad de piedra: examinar la memoria conservada en nuestros propios cuerpos, nuestro metabolismo, genética y constitución física", explicaron. "El comportamiento humano cambia rápidamente, pero la evolución es lenta. El cuerpo recuerda".

Por ejemplo, en comparación con otros primates, nuestro cuerpo necesita más energía por unidad de masa corporal. Especialmente cuando se trata de nuestros cerebros hambrientos de energía. Nuestro tiempo social, como cuando se trata de criar a los niños, también limita la cantidad de tiempo que podemos pasar buscando comida. Tenemos mayores reservas de grasa y podemos utilizarlas convirtiendo rápidamente las grasas en cetonas cuando surja la necesidad. A diferencia de otros omnívoros, donde las células grasas son pocas, pero grandes, las nuestras son pequeñas y numerosas, haciéndose eco de las de un depredador.Nuestros sistemas digestivos también son sospechosamente parecidos a los de los animales que se encuentran más arriba en la cadena alimenticia. Tener un ácido estomacal inusualmente fuerte es justo lo que podríamos necesitar para descomponer las proteínas y matar las bacterias dañinas que esperarías encontrar en una chuleta de mamut que lleva una semana "abierta".

Incluso nuestros genomas apuntan a una mayor dependencia de una dieta rica en carne que en una rica en azúcar. "Por ejemplo, los genetistas han llegado a la conclusión de que se cerraron áreas del genoma humano para permitir una dieta rica en grasas, mientras que en los chimpancés se abrieron áreas del genoma para permitir una dieta rica en azúcar".

La disminución de las poblaciones de animales grandes y la fragmentación de las culturas en todo el mundo llevaron a un mayor consumo de plantas.

El argumento del equipo es extenso y toca evidencia en el uso de herramientas, signos de elementos traza e isótopos de nitrógeno en restos paleolíticos y desgaste dental. Según indican, nuestros antepasados se volvieron carnívoros (y con ellos, nuestros primos los Homo Erectus) hace aproximadamente 2,5 millones de años, y permanecieron así hasta el Paleolítico superior, hace unos 11.700 años.

Después las cosas cambiaron, ya que la disminución de las poblaciones de animales grandes y la fragmentación de las culturas en todo el mundo llevaron a un mayor consumo de plantas, que culminó en la revolución neolítica de la agricultura. Por supuesto, nada de esto indica que debamos comer más carne, puesto que no solo vivimos bastante más que nuestros antepasados, sino que, al fin y al cabo, el mundo ya no es lo que solía ser.

Pero saber dónde se ubicaron nuestros antepasados ​​en la red alimentaria tiene un gran impacto en la comprensión de todo, desde nuestra propia salud y fisiología, hasta nuestra influencia sobre el medio ambiente.

Fuente: el confidencial

Encuentran 2 mil 500 focas muertas en playa de Rusia

Al menos 2 mil 500 focas muertas fueron encontradas en playas rusas del mar “Caspio”, indicaron dirigentes locales, que no dieron más detalles sobre la muerte de estos mamíferos de una especie protegida.


Los cuerpos fueron encontrados a lo largo de decenas de kilómetros en las costas de Daguestán, indicó el domingo por la noche el ministerio de Ecología de esta región rusa del Cáucaso.
¿De qué habrían muerto las focas de “Caspio”?

Svetlana Radionova, responsable de la Agencia Rusa de Vigilancia de la Naturaleza, consideró que la principal causa de la muerte de las focas sería una asfixia por una emisión de gas en el fondo del mar Caspio.

Radionova dijo en una entrevista para la cadena de televisión Rosia 24 que deberán esperar a finales de semana para disponer de los primeros resultados de los análisis y determinar si la contaminación del agua podría haber sido una de las causas.

También recordó que una catástrofe natural parecida se había producido a finales de 2020, cuando encontraron 2 mil focas muertas en las playas de Daguestán y Azerbaiyán.

La foca de “Caspio” es la única especie presente en este mar cerrado y su supervivencia está amenazada a causa de la contaminación y la caza furtiva. A principios del siglo XX, había más de un millón de focas de “Caspio”, pero actualmente sólo quedan 68 mil, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

Fuente: unotv

El misterioso "monstruo" en el castillo de la Reina Isabel II que nadie conocía

La Reina Isabel II fue una de las mujeres más importantes en todo el mundo por la que todo el mundo estaba interesada en conocer tras largos 70 años en el trono de Inglaterra, sabemos que su vida ha estado llena de escándalos y de misterios que tras su fallecimiento el pasado 8 de septiembre se han ido revelando.



Sabemos que la Reina Isabel III tuvo varias propiedades las cuales destacaban por ser enormes y majestuosas que fueron heredadas por sus antepasados como su castillo de Windsor, Buckingham por mencionar algunos pero en uno de ellos se encuentra un mito sobre un monstruo que habitaba en dicha propiedad.

Dicha propiedad se le conoce como Glamis en Escocia, dicho mito es conocido como “El monstruo de Glamis”, en donde durante un periodo de su infancia la Reina Isabel habitó dicho castillo del cual se cuentan varias aterradoras historias se cuenta que en el año de 1821 nació el bebé de los condes que vivían en dicho castillo el niño nació con unas terribles malformaciones y decidieron encerrarlo en uno de los escondites del castillo y dejarlo ahí para siempre.

La aterradora historia del Castillo de Glamis

Después de haber dejado encerrado al hijo de los condes en una habitación oculta del Castillo de Glamis se dice que vive dicho monstruo y los que han vivido ahí hansido testigos de los ruidos de cadenas y gritos provenientes de la celda.

Fuente: tuscompadres.com

Los Manuscritos de Nag Hammadi

Los Manuscritos de Nag Hammadi, conocidos también como Biblioteca de Nag Hammadi, son una colección de textos, en su mayor parte adscritos al Cristianismo Gnóstico Primitivo, descubiertos cerca de la localidad de Nag Hammadi, a unos 100 km de Luxor, en el Alto Egipto, en diciembre de 1945.​


 
Se trata de doce códices de papiro encuadernados en piel, y los restos de un décimo tercero, cuidadosamente guardados en una jarra de cerámica sellada escondida en una gruta próxima (en el macizo montañoso de Jabal al-Tarif), encontrados casualmente por un campesino llamado Muhammad Alí al-Samman.​

Fueron escritos en copto entre los siglos III y IV d. C. El más conocido de los manuscritos, el Evangelio de Tomás, contiene traducciones de textos que ya estaban presentes en el Papiro 1 de Oxirrinco, fechado en el año 250.​

El hallazgo de los manuscritos de Nag Hammadi en 1945 constituye, junto con los Manuscritos de Qumrán, el más grande descubrimiento de textos antiguos de la Edad Contemporánea. El descubrimiento de estos textos influyó de manera significativa los estudios modernos sobre el cristianismo primitivo y el gnosticismo.

Los códices de Nag Hammadi se encuentran en la actualidad en el Museo Copto de El Cairo, Egipto.

El cristianismo primitivo y el movimiento gnóstico de la misma época

Aunque los manuscritos de Nag Hammadi fueron escritos en copto entre los años 350 d.C. y 400 d.C., se estima que los originales griegos de los que fueron copiados, ya perdidos, son por lo menos de la segunda mitad del primero o de mediados del segundo siglo, cuando aún vivían los apóstoles directos de Cristo. Pertenecen a una etapa inicial del cristianismo en la que apenas se vislumbraba una futura escisión con el judaísmo y los grupos iniciáticos de entonces se estaban envolviendo con el cristianismo. Son contemporáneos de la fase en que se formaron las doctrinas cristianas, cuando estas se cristalizaron en sacramentos, ritos, dogmas y estructuras administrativas, para atender a un mayor número de seguidores.

Agregándose a la antigüedad de estos documentos el hecho de que sobrevivieron durante casi 16 siglos sin sufrir alteraciones, a diferencia de lo que sucedió con los libros canónicos en sus diferentes versiones, podemos entender la relevancia de tal descubrimiento para los estudiosos y las personas religiosas, en general.

¿De quiénes eran los manuscritos?

Podríamos pensar que había uniformidad, por lo menos en la esencia de la doctrina, entre las comunidades cristianas primitivas, pero en realidad, ellas también enfrentaban muchas dificultades para comunicarse debido a cuestiones geográficas, el miedo, la falta de medios de comunicación en la época. Ellas vivían cerradas en sí mismas, muchas veces aisladas, recibían solamente visitas ocasionales, lo que hacía que con frecuencia desarrollaran doctrinas paralelas, rituales distintos, prácticas que chocaban entre sí. Dan testimonio de ello las advertencias, recomendaciones y quejas de Pablo en sus Cartas, así como las herejías que la naciente Iglesia declaraba, las persecuciones y hasta los acuerdos que hacía con ciertos grupos para llegar a una coexistencia aceptable.

El acervo de Nag Hammadi perteneció posiblemente a una de esas muchas comunidades de mujeres y varones dedicados a la vida monástica establecidas en el Alto Egipto a mediados del tercer siglo, que en su caso se guiaban por preceptos y procedimientos gnósticos.

Viendo la historia nos damos cuenta de que hubo centenas de variaciones del cristianismo primitivo, pero ninguna fue tan duramente combatida por la Iglesia primitiva como el gnosticismo, lo que demuestra la importancia y la fuerza de ese movimiento y las diferencias fundamentales que se estaban estableciendo entre la jerarquía de la corriente cristiana que tenía interés en definirse y organizarse con más poder y actuación en lo terrenal, y la gnóstica, que consideraba que los medios y fines eran la transformación interior.

A fin de definir términos centrales de este trabajo diremos que Gnosis es sinónimo de conocimiento y, en consecuencia, un proceso permanente de búsqueda, de auto iluminación, que no pertenece ni se subordina a esta o aquella corriente filosófica o religiosa, porque las trasciende.

Cuando el cristianismo surgió, la gnosis ya existía como un amplio movimiento de firme tradición de autonomía e independencia, al mismo tiempo que a veces también se interesaba en determinados aspectos de algunas doctrinas o conceptos, llegando a identificarse con ellos, pero sin pasar a formar parte de las instituciones que los formulaban y propagaban.

Esto nos lleva a considerar que el gnosticismo que se menciona en el contexto del cristianismo primitivo en el lapso de 120 a 240 d.C. fue uno de esos momentos históricos; esto es, el movimiento se acopló al cristianismo naciente, pero decidido a preservar su propia autonomía intelectual y su identidad, como ya había sucedido en otras ocasiones.

La gnosis encontró en las enseñanzas de Jesús conceptos universales afines con los postulados básicos indispensables al proceso de auto iluminación, meta final de sus aspiraciones, y gracias a esto ocurrió en cierto momento una convergencia y aproximación. Sin embargo, siendo más antigua e independiente del cristianismo, nunca formó parte de él.

Se puede decir que vino de un pasado en el que ya tenía su historia, y se identificó con el cristianismo por un período; pero con la gradual e irreversible transformación del cristianismo en la institución que es la Iglesia, se hicieron evidentes sus diferencias y desaparecieron las afinidades.

En esa época la Iglesia ya había optado por una base amplia, numérica y leal, que no cuestionara sus postulados ni a sus jerarcas, y que estuviera dispuesta a apoyar la consolidación de su autoridad política. También había cierta unanimidad sobre la inclusión en el canon de los quatro evangelios oficiales (aunque su confirmación como canónicos, ocurrió en el siglo IV y la lista oficial de libros del Nuevo Testamento solo adquirió carácter dogmático en el Concilio de Trento, en 1546).

El gnosticismo (temporal, relacionado con el cristianismo) fue entonces declarado herético y los gnósticos fueron perseguidos. Sin embargo estos no se consideraban, y realmente no eran, heréticos, por la sencilla razón de que nunca habían estado dentro de la Iglesia.

Mientras duró la relación con el cristianismo, el movimiento gnóstico siguió con los postulados básicos de su visión filosófica, encaminada a la búsqueda del conocimiento liberador, y desinteresado, por tanto, del montaje de sistemas jerárquicos institucionales, manteniéndose cualitativo en la inclusión de nuevos miembros, que deberían llegar sin que se hiciera cualquier tipo de proselitismo.

Es de notarse que el número de adeptos al gnosticismo aumentó justamente cuando la Iglesia naciente comenzó a reformular prácticas y postulados del cristianismo primitivo para afirmarse como poder político, lo que lleva a suponer que muchos estaban rechazando esa nueva orientación. Al aumentar el interés por el gnosticismo, este se perfiló como oponente de la Iglesia, tanto más poderoso cuanto más era buscado.

Se cree que fue por aquellos tiempos tumultuosos que una de esas comunidades, ubicada en la región de Nag Hammadi, en la previsión de una posible persecución o invasión, enterró su valiosa biblioteca a fin de preservarla.

El misterio de las ovejas que dan vueltas en círculos sin parar

En ocasiones, el reino animal tiene enigmas que no somos capaces de explicar sin caer en teorías de lo más absurdas.


A principios del mes de noviembre, en una granja de la región de Mongolia Interior, al norte del país, los ciudadanos observaron un extraño comportamiento en un corral de ovejas. Los ovinos se habían puesto a dar vueltas en un círculo perfecto, y llevan así desde entonces. Más de dos semanas dando vueltas sin detenerse y todavía no se sabe el motivo.

El periódico chino People's Daily pudo hablar con la dueña del corral, la señora Miao, que tampoco se explica el comportamiento de su rebaño de ovejas. Ella afirma que, al principio, eran unas pocas ovejas y, con el pasar de los días, se han ido uniendo cada vez más. La dirección del círculo no cambia, siempre es en dirección de las agujas del reloj.

En Internet podemos ver vídeos de las cámaras de seguridad de las instalaciones y otras grabaciones de los viandantes que muestran cómo cada vez se unen más ovejas a participar en este círculo perfecto. Muchos internautas creen que las ovejas están enfermas, pero la señora Miao aclara que cuenta con una granja de 34 corrales en total de ovejas sanas y que solo en este corral ha ocurrido el fenómeno. Para alimentar más las teorías de la conspiración, resultó que el corral afectado es el número 13.

Teorías para todos los gustos

La primera teoría que se manejó fue que tal vez las ovejas tienen encefalitis o listeriosis, una enfermedad bacteriana que provoca comportamientos erráticos en los animales. Pero se ha descartado al confirmar la duela de la granja de ovejas que sus animales están en perfecto estado de salud.

Otra de las teorías recalca que algunos animales, como los renos, pueden formar un gran rebaño en movimiento para defenderse de un supuesto depredador. De esta forma, crean una masa muy grande para ahuyentar los peligros. Es posible que, cerca de la granja, haya algún perro o lobo que esté acechando a los rebaños.

El profesor y director del Departamento de Agricultura de la Universidad de Hartpury, en Inglaterra, Matt Bell, sostiene la teoría de que estas ovejas llevan mucho tiempo encerradas. Esto provoca estrés y frustración, lo que las ha podido llevar a crear un círculo de movimiento al que se han unido otras ovejas, porque son animales de rebaño.

Existen otras especies en el reino animal que también tienen comportamientos rituales de lo más extraños, como es el caso del pingüino emperador. Este tipo de pingüino acostumbra a formar un círculo en el que varios pingüinos no dejan de moverse. Esto lo hacen para generar un área de calor en el centro del círculo, donde van entrando y saliendo para calentarse. Dentro de la agrupación se alcanzan más de 30 grados centígrados.

Fuente: elconfidencial.com

El misterio de la carne roja, el gen perdido y las arterias obstruidas

Hace dos millones de años perdimos un gen que hace que algunas carnes contribuyan a que se bloqueen nuestras arterias, pero esa es solo una parte del misterio.


Las enfermedades cardiovasculares matan más personas cada año Que cualquier otra causa, casi el doble que el cáncer. No es de extrañar que consideremos los infartos como una afección moderna, pero en realidad no lo es tanto. Cuando los científicos analizaron una momia perteneciente a una princesa egipcia de hace 3500 años, se encontraron con una sorpresa: la princesa tenía aterosclerosis. Sus arterias estaban endurecidas y obstruidas por placas calcificadas, igual que cualquier humano moderno después de un ataque al corazón.

Esto ha llevado a algunos científicos a asumir que la ateroesclerosis, es decir, la obstrucción de las arterias, son una parte inevitable del envejecimiento, aunque se vea agravado por el tabaco, el alcohol, el exceso de calorías y el defecto de ejercicio de la vida moderna. Además, parece que los humanos estamos muy solos a la hora de sufrir este problema. Por ejemplo, los chimpancés y otros primates muy cercanos a nosotros, sufren infartos, pero no es a causa de la obstrucción de las arterias sino por otros factores. Aunque la aterosclerosis se puede inducir en otros animales (dándoles dietas horribles durante meses), los humanos son los únicos que la desarrollamos de forma natural.

¿Qué nos hace diferentes de otros animales para padecer esta enfermedad? Los científicos se encontraron con una posible respuesta: un gen perdido.

El gen perdido

A diferencia de los chimpancés y otros animales, los humanos carecemos de un gen llamado CMAH. El trabajo de este gen es convertir una molécula llamada ácido N-acetilneuramínico (Neu5Ac) en ácido N-glicolilneuramínico (Neu5Gc). Ambas moléculas son ácidos siálicos, un tipo de moléculas de azúcar que son imprescindibles para el funcionamiento de nuestro organismo.

Los estudios indican que hace unos dos millones de años nuestros ancestros sufrieron una mutación y perdieron ese gen. Desde entonces los humanos usamos solo el Neu5Ac en nuestras células, y somos incapaces de producir Neu5Gc, aunque esto no tendría por qué ser un problema.

El problema es que otros animales, incluidos muchos de los que nos comemos, sí tienen Neu5Gc en sus organismos. Cuando nos comemos un filete y esta molécula entra en nuestro cuerpo, el sistema inmunitario la reconoce como una sustancia extraña, y hace que aumente la inflamación. Esto se sabe porque se pueden detectar los anticuerpos anti-Neu5Gc en la sangre humana. Y la inflamación es la causa principal de la aterosclerosis.

Para saber si esta era la causa, los científicos usaron ratones humanizados que también habían perdido la capacidad de producir Neu5Gc. Cuando les dieron comida con un alto contenido de Neu5Gc, los ratones desarrollaron aterosclerosis.

¿Qué alimentos contienen más Neu5Gc? Principalmente la carne de cordero, la grasa de vaca, el cerdo y el jamón, y en menor cantidad, la carne de vaca, la leche y el queso. No hay Neu5Gc en el pollo, pato, huevos ni en el pescado. En varios experimentos, las dietas con mayor contenido de Neu5Gc están asociadas a una mayor inflamación. La presencia de los anticuerpos también podría estar relacionada con el cáncer.

Esto ha llevado a afirmar que la presencia de Neu5Gc es lo que hace que comer carne sea perjudicial para la salud, pero las explicaciones simples no siempre funcionan.

Vivir con el Neu5Gc

La explicación que vincula la inflamación y el consumo de carne con el contenido en Neu5Gc se queda corta. Por ejemplo, cuando se sustituye la carne roja por el pescado, hay efectos beneficiosos como aumentar la sensibilidad a la insulina, pero niveles de inflamación son similares entre carnívoros y pescatarianos.

Por otro lado, hay experimentos que han comprobado que al sustituir los carbohidratos en la dieta por carne roja, la inflamación y el estrés oxidativo disminuyen en lugar de aumentar. Otros estudios sugieren que la inflamación que aparece en los ratones de laboratorio por Neu5Gc no tiene por qué reproducirse en humanos, y que los en las personas, los anticuerpos no influyen en la inflamación ni en el cáncer.

Además, ¿cómo sobrevivían nuestros antepasados a esta mutación aparentemente mortal? Es difícil saber si los humanos más antiguos, por ejemplo, de hace 50.000 años, también tenían las arterias taponadas, ya que solo nos han llegado huesos, pero tenemos otras formas de averiguarlo. Los cazadores recolectores que aún quedan, como la tribu Hadza de Tanzania o los Masaai de Kenia, en cuya dieta la carne está muy presente, tienen niveles de aterosclerosis muy bajos, gozan de una excelente salud, y los infartos son raros incluso en edades avanzadas.

Dejar de comer carne tampoco parece solucionar el problema. En una reciente revisión de estudios, por ejemplo, se comprobó que los veganos, en contra de lo que se cree, no tienen menos riesgo de enfermedades cardiovasculares y pueden tener un riesgo incluso mayor de sufrir accidentes como los infartos, aunque esto puede también tener que ver con carencias nutricionales.

Las arterias más limpias del mundo las tienen los miembros de la tribu Tsimane en Bolivia, con unos niveles bajísimos de aterosclerosis, y que viven cazando y comiendo monos, tapires, diversos pájaros y capibara, un roedor gigante. Los Tsimane caminan durante ocho horas recorriendo hasta 18 kilómetros para cazar. No es de extrañar que muchos vivan hasta los 80 años.

La microbiota al rescate

Cuando se habla de inflamación, hoy en día es imposible ignorar el papel de la microbiota, las bacterias y otros microorganismos que viven en nuestro intestino y que dirigen nuestros designios mucho más de lo que creemos. Precisamente esta parece ser la clave que hace que, a pesar de la mutación que nos dejó expuestos a Neu5Gc, la aterosclerosis no afecte a la vida de muchos humanos.

Por ejemplo, los Hadza de Tanzania comen estacionalmente. Carne en la estación seca, cuando la caza es buena, tubérculos, frutas y miel en la estación húmeda. Se ha descubierto que su microbiota se adapta a este cambio de dieta, y que además es más diversa, es decir, contiene muchas más especies diferentes de bacterias que los intestinos de los habitantes de países ricos.

Esta diversidad de bacterias parece ser la clave que protege su salud. En un reciente experimento se ha comprobado que las enzimas producidas por ciertas bacterias son capaces de eliminar el Neu5Gc de los alimentos. Los científicos esperan desarrollar un probiótico que, como ocurre en las tribus de cazadores recolectores, convierta a la carne en inofensiva. Hasta entonces, tenemos mucho que aprender de los Hadza.

* Darío Pescador es editor y director de la revista Quo y autor del libro Tu mejor yo publicado por Oberon.

NASA ayuda a resolver el misterio de los chorros en un agujero negro

Algunos de los objetos más brillantes en el cielo se denominan blazares. Consisten en un agujero negro supermasivo que se alimenta del material que gira a su alrededor formando un disco, lo que puede crear dos potentes chorros perpendiculares al disco en cada lado. 


Los blazares son especialmente brillantes porque uno de sus poderosos chorros de partículas de alta velocidad apunta directamente a la Tierra. Durante décadas, los científicos se han preguntado: ¿cómo se aceleran a energías tan altas las partículas en estos chorros?

El Explorador de polarimetría de imágenes de rayos X (IXPE, por sus siglas en inglés) de la NASA ha ayudado a los astrónomos a estar más cerca de obtener una respuesta. En un nuevo estudio publicado en la revista científica Nature, resultado de una gran colaboración internacional, los astrónomos han descubierto que la mejor explicación para la aceleración de partículas es una onda de choque dentro del chorro.

“Este es un misterio de 40 años que hemos resuelto”, dijo Yannis Liodakis, autor principal del estudio y astrónomo en el Centro Finlandés de Astronomía que trabaja con el Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés). “Finalmente, obtuvimos todas las piezas del rompecabezas y la imagen que formaron quedó clara”.

Lanzado el 9 de diciembre de 2021, el satélite IXPE se encuentra en la órbita terrestre y es una colaboración entre la NASA y la Agencia Espacial Italiana. Este satélite proporciona un tipo especial de datos que nunca antes había sido accesible desde el espacio, incluyendo la medición de la polarización de la luz de rayos X, lo que significa que IXPE detecta la dirección e intensidad promedio del campo eléctrico de las ondas de luz que componen los rayos X. La información sobre la orientación del campo eléctrico en la luz de rayos X, y su grado de polarización, no es accesible a los telescopios en la Tierra porque la atmósfera absorbe los rayos X que provienen del espacio.

“Las primeras mediciones de la polarización de los rayos X de esta clase de fuentes permitieron hacer, por primera vez, una comparación directa con los modelos desarrollados a partir de la observación de otras frecuencias de luz, desde las ondas de radio hasta los rayos gamma de muy alta energía”, dijo Immacolata Donnarumma, científica del proyecto IXPE en la Agencia Espacial Italiana. “IXPE continuará proporcionando nueva evidencia a medida que se analicen los datos actuales y se adquieran datos adicionales en el futuro”.

El nuevo estudio utilizó IXPE para apuntar a Markarian 501, un blazar en la constelación de Hércules. Este sistema de un agujero negro activo se encuentra en el centro de una gran galaxia elíptica.

IXPE observó a Markarian 501 durante tres días a principios de marzo de 2022, y luego nuevamente dos semanas después. Durante estas observaciones, los astrónomos utilizaron otros telescopios en el espacio y en tierra para recopilar información sobre el blazar en una amplia gama de longitudes de onda de luz, incluyendo ondas de radio, ópticas y de rayos X. Si bien otros estudios han analizado en el pasado la polarización de la luz de baja energía de los blazares, esta ha sido la primera vez que los científicos pudieron obtener esta perspectiva en los rayos X de un blazar, que son emitidos más cerca de la fuente de aceleración de partículas.

“Agregar la polarización de rayos X a nuestro arsenal de polarización de ondas de radio, del infrarrojo y ópticas marca un antes y un después”, dijo Alan Marscher, astrónomo de la Universidad de Boston que dirige el grupo que estudia los agujeros negros gigantes con IXPE.

Los científicos hallaron que la luz de rayos X está más polarizada que la óptica, que a su vez está más polarizada que la de radio. Pero la dirección de la luz polarizada era la misma para todas las longitudes de ondas de luz observadas y también estaba alineada con la dirección del chorro.

Después de comparar su información con modelos teóricos, el equipo de astrónomos se dio cuenta de que los datos coincidían más estrechamente con un escenario en el que una onda de choque acelera las partículas del chorro. Una onda de choque se genera cuando algo se mueve más rápido que la velocidad del sonido del material circundante, como cuando un avión supersónico pasa volando en la atmósfera de nuestra Tierra.

El estudio no fue diseñado para investigar los orígenes de las ondas de choque, que todavía son un misterio. Pero los científicos plantean la hipótesis de que una perturbación en el flujo del chorro hace que una parte del mismo se vuelva supersónica. Esto podría ser el resultado de colisiones de partículas de alta energía dentro del chorro, o de cambios bruscos de presión en el límite del chorro.

“A medida que la onda de choque atraviesa la región, el campo magnético se hace más fuerte y aumenta la energía de las partículas”, dijo Marscher. “Esta energía proviene de la energía del movimiento del material que produce la onda de choque”.

A medida que las partículas viajan hacia el exterior, primero emiten rayos X porque son extremadamente energéticas. Moviéndose más hacia afuera, a través de la región turbulenta más alejada de la ubicación del choque, comienzan a perder energía, lo que hace que emitan luz menos energética, como ondas ópticas y luego de radio. Esto es análogo a la manera como el flujo de agua se vuelve más turbulento después de encontrar una caída de agua; pero en este caso, los campos magnéticos crean esta turbulencia.

Los científicos continuarán observando el blazar Markarian 501 para ver si la polarización cambia con el tiempo. IXPE también investigará un conjunto más amplio de blazares durante su misión principal de dos años, explorando otros misterios de larga data acerca del universo. “Esto es parte del progreso de la humanidad hacia la comprensión de la naturaleza y todo su exotismo”, dijo Marscher.

Escrito por Elizabeth Landau
Sede de la NASA