Una expedición vasca, encabezada por el escritor e investigador Miguel Gutiérrez Garitano, ha realizado un "revolucionario" descubrimiento en los andes peruanos. Se trata de un centro ceremonial inca donde se llevaban a cabo sacrificios humanos, ubicando en el distrito de Vilcabamba (departamento de Cusco).
El impresionante centro ceremonial inca ha sido descubierto al oeste de las montañas de Vilcabamba, a casi 5.000 metros de altura, informa Europa Press. El santuario está compuesto por un edificio de 22 metros de longitud y otros 5 edificios más pequeños alrededor de una plaza.
Según la expedición, el yacimiento consta de "numerosos recintos rectangulares correspondientes a edificios probablemente dedicados al culto o asociados a él", así como carreteras, posadas, escaleras, gradas, cuevas, reliquias talladas, plataformas y numerosas tumbas.
Expertos han tachado el hallazgo de "revolucionario", ya que podría tratarse de uno de los principales complejos sagrados del Reino Neoinca de Vilcabamba (siglo XVI). Sin embargo, tampoco se descarta que el santuario pudiera ser aún más antiguo.
Según la expedición, el yacimiento consta de "numerosos recintos rectangulares correspondientes a edificios probablemente dedicados al culto o asociados a él", así como carreteras, posadas, escaleras, gradas, cuevas, reliquias talladas, plataformas y numerosas tumbas.
Expertos han tachado el hallazgo de "revolucionario", ya que podría tratarse de uno de los principales complejos sagrados del Reino Neoinca de Vilcabamba (siglo XVI). Sin embargo, tampoco se descarta que el santuario pudiera ser aún más antiguo.
Asimismo, los especialistas sugieren que la montaña fue escenario del ritual inca de sacrificios humanos, o Capacocha. De acuerdo con Garitano, "normalmente, este tipo de rituales donde se sacrificaban preferiblemente, aunque no únicamente, doncellas vírgenes, se llevaba a cabo para prevenir hambrunas o desastres naturales, en algunos festivales señalados o ante la muerte de un inca".
Por otra parte, la especialista Carmen Martín Rubio supone que se trataría del monte sagrado inca llamada Apus, un lugar de culto al dios del agua.
Aparte del centro ceremonial, se halló en Vilcabamba, en una colina de 3.700 metros de altitud, una necrópolis inca llena de tumbas escondidas en cuevas. Pese a que el lugar ha sufrido saqueos, algunas tumbas aún pueden permanecer intactas.
Por otra parte, la especialista Carmen Martín Rubio supone que se trataría del monte sagrado inca llamada Apus, un lugar de culto al dios del agua.
Aparte del centro ceremonial, se halló en Vilcabamba, en una colina de 3.700 metros de altitud, una necrópolis inca llena de tumbas escondidas en cuevas. Pese a que el lugar ha sufrido saqueos, algunas tumbas aún pueden permanecer intactas.
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