El estudio analizó el estado de salud físico y mental de más de 6.000 personas durante 29 años.
Ina Fassbender / Reuters
Las enfermedades crónicas y los estilos de vida poco saludables son factores conocidos de riesgo de muerte prematura. No obstante, un nuevo estudio publicado en la revista 'Psychological Science' ha demostrado que ciertos factores psicológicos pueden ser incluso más importantes a la hora de predecir la esperanza de vida.
Los científicos han llegado a esta conclusión tras estudiar durante un periodo de 29 años a más de 6.000 personas que en el momento del inicio del experimento tenían entre 41 y 96 años. Todos los voluntarios superaron unas pruebas de capacidad cognitiva y una encuesta de 195 síntomas patológicos para evaluar su salud física y mental. Además, los participantes llevaron diarios sobre su forma de vida, en los que anotaban datos sobre las revisiones médicas, aficiones, número de medicamentos consumidos, las actividades que realizaban en tiempo de ocio y las relaciones sociales.
Además, el estudio confirma una vez más las teorías ampliamente conocidas de que las mujeres generalmente viven más tiempo, y que el tabaquismo a largo plazo aumenta el riesgo de muerte prematura.
Los resultados obtenidos por los científicos indicaron que algunos de los factores que más influyen en el riesgo de muerte son la velocidad de procesamiento de la información y la sensación subjetiva del propio estado de salud. Así, una percepción más positiva de la salud y un ligero descenso en la velocidad del procesamiento mental ayudarían a disminuir el riesgo de muerte, aseguran los investigadores.
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