Los científicos del Instituto Trofimuk de Geología y Geofísica, con sede en la ciudad rusa de Novosibirsk, creen que la aparición de enormes agujeros en la península siberiana de Yamal está relacionada con el cambio climático y advierten de la inminente amenaza que representan no solo para la región, sino para los lugares fríos del planeta en general.
El creciente número de agujeros que se han descubierto en diferentes partes de Siberia durante los últimos años debería ser una señal de alarma para las regiones árticas del planeta. Su aparición está vinculada al calentamiento global, ya que el motivo de la formación de los cráteres es el deshielo del permafrost, informa el periódico 'The Siberian Times'.
Los misteriosos agujeros aparecen como consecuencia del derretimiento de los hidratos de gas del suelo y la emisión de metano, que, a su vez, se acumula en los llamados 'pingo', un fenómeno que consiste en una colina con forma de pequeña protuberancia en el terreno y cuyo nombre significa precisamente 'cerro pequeño' en lengua inuit. Con el tiempo el 'pingo' entra en erupción y provoca la formación de los grandes agujeros.
Los especialistas que estudian estos agujeros advierten que los 'pingo' son potencialmente peligrosos porque pueden estallar en cualquier momento.
"Me parece que todavía es demasiado temprano para hablar de una catástrofe a escala planetaria, como sugiere la teoría de la 'amenaza del metano', pero si el calentamiento continúa al ritmo actual, nuestras ciudades del norte se encararán a un peligro real", ha concluido Ígor Yeltsov, director adjunto del instituto de Novosibirsk.
Según opinan los investigadores, este proceso es similar al conocido fenómeno del Triángulo de las Bermudas. Los científicos afirman que debajo del océano se producen vastas erupciones de metano que serían las responsables de la desaparición de numerosos barcos y aviones en esa zona del Atlántico norte a lo largo de la historia.
Los misteriosos agujeros aparecen como consecuencia del derretimiento de los hidratos de gas del suelo y la emisión de metano, que, a su vez, se acumula en los llamados 'pingo', un fenómeno que consiste en una colina con forma de pequeña protuberancia en el terreno y cuyo nombre significa precisamente 'cerro pequeño' en lengua inuit. Con el tiempo el 'pingo' entra en erupción y provoca la formación de los grandes agujeros.
Los especialistas que estudian estos agujeros advierten que los 'pingo' son potencialmente peligrosos porque pueden estallar en cualquier momento.
"Me parece que todavía es demasiado temprano para hablar de una catástrofe a escala planetaria, como sugiere la teoría de la 'amenaza del metano', pero si el calentamiento continúa al ritmo actual, nuestras ciudades del norte se encararán a un peligro real", ha concluido Ígor Yeltsov, director adjunto del instituto de Novosibirsk.
Según opinan los investigadores, este proceso es similar al conocido fenómeno del Triángulo de las Bermudas. Los científicos afirman que debajo del océano se producen vastas erupciones de metano que serían las responsables de la desaparición de numerosos barcos y aviones en esa zona del Atlántico norte a lo largo de la historia.
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