Se convirtió en uno de los personajes más poderosos de su tiempo a base de engañar, traicionar y asesinar a sus contrincantes, además de convertirse en el amante del rey y conseguir así mandar casi tanto como éste. Su ejecución está considerada como una de las más crueles de la Historia.
Periódicamente los historiadores de BBC History Magazine confeccionan una serie de listas en las que hacen un ranking con los personajes británicos más influyentes, conocidos, admirados e incluso los más odiados de los últimos mil años. Y en esta última categoría podemos encontrar el nombre de Hugh Despenser ‘el joven’ quien se ganó a pulso el primer puesto de las peores personas que vivieron en Inglaterra durante el siglo XIV.
Su historia y personalidad es de lo más curiosa y estremecedora, pero no lo es menos la forma en que murió y cómo su ejecución pública, que tuvo lugar el 24 de noviembre de 1326, se convirtió en uno de las más crueles que se han producido.
Fue ahorcado, pero se le descolgó antes de que falleciera con el propósito de que su agonía se hiciera larga y sufriera hasta lo impensable todas y cada una de las torturas a las que fue sometido durante largas horas. Le fueron amputando partes de su cuerpo, empezando por el pene y los testículos, y se le reanimaba cada vez que desfallecía o perdía el conocimiento. También se le despellejó, dejándolo en carne viva y untando esta con miel para que los insectos acudieran a él. Pero quizás lo que más hizo sufrir a Hugh Despenser fue el momento en que el verdugo lo abrió en canal y fue arrancándole poco a poco sus vísceras y órganos internos que eran echados a quemar en una hoguera. Así hasta que le arrancó el corazón y falleció tras una larga agonía.
Esta ejecución ejemplarizante se realizó por orden expresa de la esposa del rey. Este es el relato de todo lo que llegó a hacer Hugh para ser tan odiado por la reina…
Conocido con el apelativo de ‘el joven’, debido a que su padre se llamaba del mismo modo que él, Hugh Despenser pasó en muy pocos años de ser un simple caballero sin apenas tierras ni dinero (quien lo tenía era su progenitor) a poseer una de las mayores fortunas de toda Inglaterra, controlar los mayores y más fructíferos condados y colocarse como favorito de Eduardo II de Inglaterra; y además en todos los sentidos, ya que logró desplazar del lecho conyugal a la propia esposa del rey, Isabel de Francia, y convertirse en amante del monarca.
El gran espaldarazo de Hugh para convertirse en uno de los hombres fue gracias a la deuda que contrajo el rey Eduardo I con su padre, Hugh Despenser ‘el viejo’, a quien debía una gran suma de dinero que éste le había prestado y decidió saldar la deuda regalándoles varias tierras, nombrar al hijo caballero y arreglarlo todo para que se casara con su nieta Leonor de Clare.
A partir de ahí, Hugh Despenser ‘el joven’, llevado por su ambición comenzó una vertiginosa carrera de traiciones y muertes a su alrededor que lo ayudaron a escalar posiciones dentro del círculo más íntimo del monarca inglés.
El hecho de estar casado con la sobrina del nuevo rey posibilitó su acercamiento a él. Pero muchos eran los obstáculos y personas que había por el camino, entre ellos su propio cuñado Piers Gaveston (casado con la hermana de Leonor de Clare), quien al mismo tiempo era el amante de Eduardo II (una relación amorosa que duraba desde que ambos eran adolescentes).
Cabe destacar que era tal la afinidad de Eduardo II con Piers Gaveston que éste incluso había llegado a ser Regente de Inglaterra durante los periodos en los que el rey tuvo que ausentarse del país, entre ellos cuando fue a Francia a contraer matrimonio con la princesa Isabel.
Hugh logró convencer a un importante grupo de nobles muy afines a la nueva reina de la conveniencia de deshacerse de Gaveston, por lo que fue enviado a Irlanda, un destino lo suficientemente lejos para no interferir en los ambiciosos planes de Despenser.
Lo que no sabía la soberana era que el plan trazado por Hugh Despenser para quitar de en medio al amante de su esposo no era más que una estudiada estrategia para seducirlo él y convertirse en el nuevo favorito del rey.
Docenas fueron los muertos y traiciones que 'el joven’ dejó por el camino mientras ascendía a lo más alto del escalafón y se situaba (no solo en el lecho) junto al rey Eduardo.Conocido con el apelativo de ‘el joven’, debido a que su padre se llamaba del mismo modo que él, Hugh Despenser pasó en muy pocos años de ser un simple caballero sin apenas tierras ni dinero (quien lo tenía era su progenitor) a poseer una de las mayores fortunas de toda Inglaterra, controlar los mayores y más fructíferos condados y colocarse como favorito de Eduardo II de Inglaterra; y además en todos los sentidos, ya que logró desplazar del lecho conyugal a la propia esposa del rey, Isabel de Francia, y convertirse en amante del monarca.
El gran espaldarazo de Hugh para convertirse en uno de los hombres fue gracias a la deuda que contrajo el rey Eduardo I con su padre, Hugh Despenser ‘el viejo’, a quien debía una gran suma de dinero que éste le había prestado y decidió saldar la deuda regalándoles varias tierras, nombrar al hijo caballero y arreglarlo todo para que se casara con su nieta Leonor de Clare.
A partir de ahí, Hugh Despenser ‘el joven’, llevado por su ambición comenzó una vertiginosa carrera de traiciones y muertes a su alrededor que lo ayudaron a escalar posiciones dentro del círculo más íntimo del monarca inglés.
El hecho de estar casado con la sobrina del nuevo rey posibilitó su acercamiento a él. Pero muchos eran los obstáculos y personas que había por el camino, entre ellos su propio cuñado Piers Gaveston (casado con la hermana de Leonor de Clare), quien al mismo tiempo era el amante de Eduardo II (una relación amorosa que duraba desde que ambos eran adolescentes).
Cabe destacar que era tal la afinidad de Eduardo II con Piers Gaveston que éste incluso había llegado a ser Regente de Inglaterra durante los periodos en los que el rey tuvo que ausentarse del país, entre ellos cuando fue a Francia a contraer matrimonio con la princesa Isabel.
Hugh logró convencer a un importante grupo de nobles muy afines a la nueva reina de la conveniencia de deshacerse de Gaveston, por lo que fue enviado a Irlanda, un destino lo suficientemente lejos para no interferir en los ambiciosos planes de Despenser.
Lo que no sabía la soberana era que el plan trazado por Hugh Despenser para quitar de en medio al amante de su esposo no era más que una estudiada estrategia para seducirlo él y convertirse en el nuevo favorito del rey.
Al mismo tiempo que todo esto sucedía, Hugh Despenser continuaba casado con Leonor de Clare y ambos tuvieron nueve hijos.
En 1321, con 35 años de edad, Hugh ya era uno de los personajes más poderosos, ricos y odiados de toda Inglaterra. La propia esposa del rey le había declarado públicamente su enemistad y con la ayuda de su amante Roger Mortimer lograron expulsarlo del país. A pesar de tener una inmensa fortuna en dinero y tierras en Inglaterra, Despenser se mantuvo entretenido haciendo de pirata y atacando todo aquel barco de mercancías que navegaba por el Canal de La Mancha.
Poco duró su destierro y tras su vuelta siguió haciendo de las suyas y ganándose cada vez más enemigos, lo que iba proporcionalmente ligado a su poder y fortuna.
Pero subestimó el poder de la reina Isabel y su amante Mortimer, quienes no cejaron en el empeño hasta poder atraparlo (junto a su padre y al rey Eduardo II), juzgarlo y ejecutarlo de manera cruel, tal y como relato al inicio del post.
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