- MÉRIDA, Yuc.- Antiguamente ocurrían muchas cosas en los poblados de lo cual difícilmente se enteraba toda la gente, ya que no existían tantos medios de comunicación ni mucho menos el internet.
Por ese motivo poco se supo de un caso ocurrido a principios del siglo pasado, ocurrió algo en el panteón de la comisaría de Santo Domingo (la cual pertenece a la villa de Maxcanú) que propició la manifestación paranormal de un fallecido, que está enterrado ahí.
Se cuenta que un señor de unos 50 años de edad falleció de tétanos, enfermedad que actualmente ya está casi erradicada, pues mientras trabajaba en su casa pisó accidentalmente un clavo oxidado y no fue al doctor sino hasta que ya no había nada qué hacer.
Su última voluntad fue que lo enterraran en su natal Halachó, pero su familia, quizás por la comodidad de vivir en Santo Domingo, prefirió hacerlo en el cementerio de ahí; sin embargo y a raíz de esto se empezaron a escuchar lamentos y gritos en el panteón; decían que era una voz que gritaba “llévenme a Halacho”.
Se cuenta que un señor de unos 50 años de edad falleció de tétanos, enfermedad que actualmente ya está casi erradicada, pues mientras trabajaba en su casa pisó accidentalmente un clavo oxidado y no fue al doctor sino hasta que ya no había nada qué hacer.
Su última voluntad fue que lo enterraran en su natal Halachó, pero su familia, quizás por la comodidad de vivir en Santo Domingo, prefirió hacerlo en el cementerio de ahí; sin embargo y a raíz de esto se empezaron a escuchar lamentos y gritos en el panteón; decían que era una voz que gritaba “llévenme a Halacho”.
Cumplieron última voluntad
Esto se pudo hacer hasta varios años después, cuando sacaron los huesos del señor y tras adquirir un nicho en Halachó cumplieron la última voluntad al difunto, quien en todo ese tiempo enterrado en la comisaría maxcanuense continuó manifestándose.
Cabe recordar que la primera vez que estuve en Santo Domingo (tres años de que me platicaran el caso del “gritón”) también estuve en el cementerio de esa localidad.
En aquel entonces fui al panteón acompañado por poco más de 30 valientes jóvenes que al enterarse de mi llegada a la comisaría para hacer varias investigaciones me dijeron que en ese sitio pasaban cosas extrañas.
Con el permiso de las autoridades, entramos al cementerio, eran casi las 9 de la noche y cabe destacar que estaba completamente oscuro, ya que este sitio se ubica a la salida de la comisaría a unos 3 o 4 kilómetros y no hay postes de luz), de hecho varias personas a la mera hora decidieron quedarse en la puerta.
Tras hacer un recorrido, nos comentaron que ahí se escuchan lamentos, sobre todo por las noches, y que incluso han visto a brujos que entran a hacer sus rituales ahí. Luego de tomar fotos, video y documentar todos los testimonios, acudimos con un señor de la comisaría que también nos contó varios relatos y nos dijo que en el casco de la hacienda veían el fantasma de un ahorcado y hasta un “huaymono” (brujo que se convierte en mono).
También investigué sobre el fantasma que aparecía en la exhacienda, al cual describen como una persona alta, flaca, y que viste con una especie de traje viejo casi como de “pingüino” y que la gente antigua de ahí atribuye a un exhacendado que tuvo tierras por ahí hace muchos años.
Afirman que enterró dinero en ese sitio y seguramente se manifiesta porque lo anda buscando, aunque también hay quienes dicen que es el alma en pena de un ingeniero que murió hace tiempo y que frecuentaba los rumbos, pero sea quien sea el caso es que han visto su silueta muy cerca del panteón e incluso adentro.
Fuente: sipse
Esto se pudo hacer hasta varios años después, cuando sacaron los huesos del señor y tras adquirir un nicho en Halachó cumplieron la última voluntad al difunto, quien en todo ese tiempo enterrado en la comisaría maxcanuense continuó manifestándose.
Cabe recordar que la primera vez que estuve en Santo Domingo (tres años de que me platicaran el caso del “gritón”) también estuve en el cementerio de esa localidad.
En aquel entonces fui al panteón acompañado por poco más de 30 valientes jóvenes que al enterarse de mi llegada a la comisaría para hacer varias investigaciones me dijeron que en ese sitio pasaban cosas extrañas.
Con el permiso de las autoridades, entramos al cementerio, eran casi las 9 de la noche y cabe destacar que estaba completamente oscuro, ya que este sitio se ubica a la salida de la comisaría a unos 3 o 4 kilómetros y no hay postes de luz), de hecho varias personas a la mera hora decidieron quedarse en la puerta.
Tras hacer un recorrido, nos comentaron que ahí se escuchan lamentos, sobre todo por las noches, y que incluso han visto a brujos que entran a hacer sus rituales ahí. Luego de tomar fotos, video y documentar todos los testimonios, acudimos con un señor de la comisaría que también nos contó varios relatos y nos dijo que en el casco de la hacienda veían el fantasma de un ahorcado y hasta un “huaymono” (brujo que se convierte en mono).
También investigué sobre el fantasma que aparecía en la exhacienda, al cual describen como una persona alta, flaca, y que viste con una especie de traje viejo casi como de “pingüino” y que la gente antigua de ahí atribuye a un exhacendado que tuvo tierras por ahí hace muchos años.
Afirman que enterró dinero en ese sitio y seguramente se manifiesta porque lo anda buscando, aunque también hay quienes dicen que es el alma en pena de un ingeniero que murió hace tiempo y que frecuentaba los rumbos, pero sea quien sea el caso es que han visto su silueta muy cerca del panteón e incluso adentro.
Fuente: sipse
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