Los cocodrilos son típicos de climas tropicales, y sus fósiles se utilizan con frecuencia como indicadores de condiciones cálidas en el pasado.
Aunque sólo existen 23 especies de cocodrilos en la actualidad, hubo cientos de especies emparentadas con ellos en el pasado. En cuatro ocasiones en los últimos 200 millones de años, hubo bastantes especies, cuyo aspecto y estilo merecen que se las describa coloquialmente como cocodrilos marinos, que se expandieron a los mares, y tiempo después se extinguieron. Es un misterio por qué hicieron estos grandes movimientos poblacionales y adaptaciones al nuevo hábitat, e igualmente por qué todos finalmente se extinguieron después de su aparente éxito.
En una nueva investigación, a cargo del equipo de Jeremy Martin, ahora en la Universidad de Lyon en Francia y que antes estuvo en la de Bristol en el Reino Unido, se ha llegado a la conclusión de que la explicación más plausible para esos drásticos cambios de hábitat y extinciones es que aquellas bestias colonizaron repetidamente los océanos en épocas de calentamiento global.
Valiéndose de un método que permite calcular la temperatura del agua en la que vivieron ciertos animales aplicando una ecuación que relaciona la composición isotópica de los restos fosilizados con la temperatura de la mineralización de su esqueleto, los investigadores obtuvieron temperaturas del agua marina a partir de la composición de los esqueletos de referencia, averiguando de este modo la temperatura del agua en la que vivieron los "cocodrilos marinos".
Recreación artística de un "cocodrilo" marino, nadando en las cálidas aguas superficiales a finales del Período Cretácico. (Imagen: Guillaume Suan)
Los resultados muestran que la colonización del medio marino por esas bestias hace unos 180 millones de años estuvo acompañada de un período de calentamiento global de los océanos. Estos primeros reptiles marinos del orden Crocodylia se extinguieron unos 25 millones de años más tarde, durante un período de enfriamiento global. Luego, durante un nuevo período de calentamiento global, apareció otro linaje de dichos reptiles y colonizó el medio marino.
La evolución de los citados reptiles está estrechamente ligada a la temperatura de su medio, y muestra que su evolución y estilo de vida, como ocurre con sus parientes evolutivos modernos, están restringidos por las temperaturas ambientales.
Sin embargo, hay un linaje fósil que no parece seguir esta tendencia. La familia jurásica Metriorhynchidae no se extinguió durante los periodos gélidos del Cretácico temprano, a diferencia de lo que le ocurrió a la familia Teleosauridae, otro grupo de reptiles arcaicos del orden Crocodylia. Extrañamente, la familia Metriorhynchidae desapareció tan solo unos pocos millones de años después. Esta excepción sin duda proporcionará un buen punto de partida para futuras investigaciones, sobre todo acerca de cómo la biología de este grupo se adaptó a la vida en el entorno pelágico.
Aunque sólo existen 23 especies de cocodrilos en la actualidad, hubo cientos de especies emparentadas con ellos en el pasado. En cuatro ocasiones en los últimos 200 millones de años, hubo bastantes especies, cuyo aspecto y estilo merecen que se las describa coloquialmente como cocodrilos marinos, que se expandieron a los mares, y tiempo después se extinguieron. Es un misterio por qué hicieron estos grandes movimientos poblacionales y adaptaciones al nuevo hábitat, e igualmente por qué todos finalmente se extinguieron después de su aparente éxito.
En una nueva investigación, a cargo del equipo de Jeremy Martin, ahora en la Universidad de Lyon en Francia y que antes estuvo en la de Bristol en el Reino Unido, se ha llegado a la conclusión de que la explicación más plausible para esos drásticos cambios de hábitat y extinciones es que aquellas bestias colonizaron repetidamente los océanos en épocas de calentamiento global.
Valiéndose de un método que permite calcular la temperatura del agua en la que vivieron ciertos animales aplicando una ecuación que relaciona la composición isotópica de los restos fosilizados con la temperatura de la mineralización de su esqueleto, los investigadores obtuvieron temperaturas del agua marina a partir de la composición de los esqueletos de referencia, averiguando de este modo la temperatura del agua en la que vivieron los "cocodrilos marinos".
Recreación artística de un "cocodrilo" marino, nadando en las cálidas aguas superficiales a finales del Período Cretácico. (Imagen: Guillaume Suan)
Los resultados muestran que la colonización del medio marino por esas bestias hace unos 180 millones de años estuvo acompañada de un período de calentamiento global de los océanos. Estos primeros reptiles marinos del orden Crocodylia se extinguieron unos 25 millones de años más tarde, durante un período de enfriamiento global. Luego, durante un nuevo período de calentamiento global, apareció otro linaje de dichos reptiles y colonizó el medio marino.
La evolución de los citados reptiles está estrechamente ligada a la temperatura de su medio, y muestra que su evolución y estilo de vida, como ocurre con sus parientes evolutivos modernos, están restringidos por las temperaturas ambientales.
Sin embargo, hay un linaje fósil que no parece seguir esta tendencia. La familia jurásica Metriorhynchidae no se extinguió durante los periodos gélidos del Cretácico temprano, a diferencia de lo que le ocurrió a la familia Teleosauridae, otro grupo de reptiles arcaicos del orden Crocodylia. Extrañamente, la familia Metriorhynchidae desapareció tan solo unos pocos millones de años después. Esta excepción sin duda proporcionará un buen punto de partida para futuras investigaciones, sobre todo acerca de cómo la biología de este grupo se adaptó a la vida en el entorno pelágico.
Fuente: noticias de la ciencia
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