- Un equipo de científicos chinos ha asegurado estar trabajando en una tecnología que permitiría realizar viajes submarinos a velocidad supersónica
ESTADOS UNIDOS.- Un equipo de científicos chinos ha aceptado el reto técnico de la supercavitación y trabaja actualmente en un submarino supersónicoque viajaría de Shanghái a San Francisco en menos de dos horas, según ha informado el South China Morning Post (SCMP).
La supercavitación es un fenómeno hidrodinámico que se produce al moverse un objeto a gran velocidad en un líquido. El fluido que se desplaza a su alrededor adquiere una velocidad muy grande haciendo que su presión disminuya drásticamente. Si se llega al punto de evaporación del líquido, éste se convierte en gas y por tanto el objeto se desplaza por un medio gaseoso disminuyendo así su fricción.
En teoría, un buque o submarino que se mueve bajo la técnica de supercavitación puede alcanzar la velocidad del sonido bajo del agua, cerca de los 5.800 km/h, que reduciría el tiempo de un viaje trasatlántico a menos de una hora y un viaje transpacífico a unos 100 minutos. Esto según un informe sobre esta tecnología realizado en 2001 por el Instituto de Tecnología de California.
El investigador ha explicado que durante la Guerra Fría, el ejército soviético desarrolló la técnica de la supercavitación. «Se trataba de un torpedo, llamado Shkval, que era capaz de alcanzar una velocidad de 370 kilómetros por hora o más, mucho más rápido que cualquier torpedo convencional», ha apuntado.
Dudas
Sin embrago, no todo está claro en este método. Las dificultades para ponerlo en marcha radican en que es necesario que el objeto sea lanzado a altas velocidades, acercándose a 100 kilómetros por hora para generar y mantener la burbuja de aire. La tecnología tampoco permite el uso de timón, por lo que hasta el momento, sólo se ha probado en vehículos sin tripulación.
El experto profesor de la maquinaria de fluidos e ingeniería, Li Fengchen, ha explicado a SCMP que el enfoque de este nuevo equipo de científicos se diferencia de cualquier otro porque «combina la tecnología de membrana líquida con la supercavitación». «Se pueden reducir significativamente los problemas de lanzamiento», ha indicado.
Según ha indicado, con este método, el buque iniciaría su viaje bajo el agua haciendo un «efecto ducha» con una membrana líquida especial sobre su propia superficie. Esto podría reducir significativamente el arrastre de agua en el objeto a baja velocidad. Después de que alcance los 75 kilómetros por hora o más, el buque entraría en el estado supercavitación.
La actual investigación de este equipo continúa y sus miembros aseguran que hay muchas posibilidades de sacarlo adelante. Aún así, reconocen que hay muchos más investigadores trabajando en esta técnica, aunque se desconocen sus avances porque sus proyectos «son considerados secreto de Estado». Estados Unidos y Alemania también trabajan en esta tecnología.
Fuente: el intransigente
La supercavitación es un fenómeno hidrodinámico que se produce al moverse un objeto a gran velocidad en un líquido. El fluido que se desplaza a su alrededor adquiere una velocidad muy grande haciendo que su presión disminuya drásticamente. Si se llega al punto de evaporación del líquido, éste se convierte en gas y por tanto el objeto se desplaza por un medio gaseoso disminuyendo así su fricción.
En teoría, un buque o submarino que se mueve bajo la técnica de supercavitación puede alcanzar la velocidad del sonido bajo del agua, cerca de los 5.800 km/h, que reduciría el tiempo de un viaje trasatlántico a menos de una hora y un viaje transpacífico a unos 100 minutos. Esto según un informe sobre esta tecnología realizado en 2001 por el Instituto de Tecnología de California.
El investigador ha explicado que durante la Guerra Fría, el ejército soviético desarrolló la técnica de la supercavitación. «Se trataba de un torpedo, llamado Shkval, que era capaz de alcanzar una velocidad de 370 kilómetros por hora o más, mucho más rápido que cualquier torpedo convencional», ha apuntado.
Dudas
Sin embrago, no todo está claro en este método. Las dificultades para ponerlo en marcha radican en que es necesario que el objeto sea lanzado a altas velocidades, acercándose a 100 kilómetros por hora para generar y mantener la burbuja de aire. La tecnología tampoco permite el uso de timón, por lo que hasta el momento, sólo se ha probado en vehículos sin tripulación.
El experto profesor de la maquinaria de fluidos e ingeniería, Li Fengchen, ha explicado a SCMP que el enfoque de este nuevo equipo de científicos se diferencia de cualquier otro porque «combina la tecnología de membrana líquida con la supercavitación». «Se pueden reducir significativamente los problemas de lanzamiento», ha indicado.
Según ha indicado, con este método, el buque iniciaría su viaje bajo el agua haciendo un «efecto ducha» con una membrana líquida especial sobre su propia superficie. Esto podría reducir significativamente el arrastre de agua en el objeto a baja velocidad. Después de que alcance los 75 kilómetros por hora o más, el buque entraría en el estado supercavitación.
La actual investigación de este equipo continúa y sus miembros aseguran que hay muchas posibilidades de sacarlo adelante. Aún así, reconocen que hay muchos más investigadores trabajando en esta técnica, aunque se desconocen sus avances porque sus proyectos «son considerados secreto de Estado». Estados Unidos y Alemania también trabajan en esta tecnología.
Fuente: el intransigente
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