- La lluvia de las Perseidas, también conocida como las "Lagrimas de San Lorenzo" por la proximidad de su máximo de actividad con la festividad de San Lorenzo, es la lluvia de estrellas que todos los veranos nos invita a mirar al cielo. . La cita de observar la perseidas esta semana. Y una guia para observarlas mejor.
Las Perseidas, la lluvia de meteoros más popular del año que podrá disfrutarse este fin de semana, se produce cuando diminutos fragmentos de polvo provenientes de la cola del cometa Swift-Tuttle, entran en la atmósfera. La combustión produce un bólido o estrella fugaz, un destello que dura menos de un segundo y que es lo que se ve desde la Tierra. Esta es la explicación científica, pero las Perseidas tienen otras historias detrás que aumentan aún más su peculiar encanto y romanticismo. Una de ellas, la más dramática, tiene que ver con la tradición cristiana y la otra, más mundana, con la mitología griega.
Las lluvias de estrellas reciben su nombre de la constelación desde la cual parecen provenir los meteoros, lo que se denomina radiante. En el caso de las Persedias, el radiante se localiza en la constelación de Perseo. En la mitología griega, Perseo es el hijo de Zeus, quien, enamorado de la ninfa Dánae, tuvo que metamorfosearse para poder entrar en la habitación donde estaba recluida su amada y engendrar a su futuro vástago. La forma que eligió el dios fue, precisamente, una lluvia dorada... Después, ya mayor, Perseo tiene amores con la princesa Andrómeda, que es la constelación que se ubica a su lado. Incluso la salvó de un monstruo marino que estaba a punto de devorarla. Tampoco fue el primero en derrotar; antes ya le había cortado la cabeza a la Medusa, conocida por convertir en piedra a quien la mirase, aunque eso ya es otra historia.
El martirio de San Lorenzo
Las Perseidas son conocidas también como las Lágrimas de San Lorenzo, al coincidir más o menos su llegada en agosto con la fecha en la que se recuerda el martirio del santo (10 de agosto). San Lorenzo fue quemado vivo en una hoguera, a la parrilla, en Roma. Se dice que en medio del martirio exclamó: «Dadme la vuelta, que por este lado ya estoy hecho». Sus lágrimas, reza la leyenda, son las «estrellas»que en las próximas noches caerán del cielo.
Por si las Perseidas no tuvieran suficiente magia, el cometa que las provoca, el Swift-Tuttle, se perdió de la vigilancia de los astrónomos por imprecisiones cometidas en la estimación de su órbita. Incluso se creyó que se había desintegrado. Lo que ocurría e que el período en el que el cometa lograba completar su órbita no era de 120 sino de casi 130 años. Para alivio de los científicos, volvió a reaparecer en 1992.
Al contemplar las Perseidas, seguro que resulta difícil no pedir un deseo. También forma parte del misterio.
Cita "a ciegas" con las Perseidas
Las popularmente conocidas como “lágrimas de San Lorenzo” podrán verse con mayor intensidad la noche del 12 al 13 de agosto, una vez que su radiante, localizable en la dirección nordeste, más concretamente en la constelación de Perseo, salga sobre el horizonte a las 23:30h en las islas Canarias, un poco antes la Península Ibérica, dependiendo de la latitud y longitud del lugar. El máximo de actividad se espera entre las 00:00 h y las 03:00 h de Tiempo Universal (una hora más en Canarias y dos en la Península). La Luna habrá pasado por la fase de luna llena dos días antes, por lo que será un obstáculo para su observación, estando presente durante toda la noche. Además, esta luna llena será un 30% más brillante por coincidir con su perigeo, el punto de su órbita más cercano a la Tierra. Dada la cercanía de esta “SuperLuna”, sólo podrán observarse las estrellas fugaces más brillantes.
Cada lluvia de estrellas está asociada a un cometa. Las llamadas “estrellas fugaces” de las Perseidas son en realidad pequeñas partículas de polvo de distintos tamaños, por lo general menores que granos de arena, que va dejando el cometa “Swift-Tuttle” a lo largo de su órbita. Cuando un cometa se acerca a las regiones interiores del Sistema Solar, su núcleo, formado por hielo y rocas, se sublima debido a la acción de la radiación solar y genera las características colas de polvo y gas. La corriente de partículas resultante se dispersa por la órbita del cometa.
Cada año por estas fechas, nuestro planeta se encuentra con los restos de este cometa, que tiene un período de 133 años y que pasó cerca del Sol por última vez en 1992. Estas partículas de polvo, al contacto con la atmósfera terrestre, se desintegran a gran velocidad, creando los conocidos trazos luminosos que reciben el nombre científico de “meteoros”.
La lluvia de meteoros que se produce suele tener su máxima actividad entre el 12 y el 13 de agosto, aunque el fenómeno es apreciable en menor intensidad desde la segunda mitad de julio hasta finales de agosto.
Si sumamos todos los meteoros de una lluvia en una sola imagen, se tendrá la impresión de que provienen de una misma zona del cielo, la cual recibe el nombre de radiante. Por ello, se nombra a estas lluvias en función de la constelación de la aparente procedencia: el nombre de “Perseidas” se debe a que su radiante se encuentra en la constelación de Perseo, “Acuáridas” en la de Acuario, etc.
Guía para observar las Perseidas
Ahora que se acerca la conocida lluvia de estrellas fugaces, las Perseidas, leo en muchos tablones de noticias el siguiente titular: "Los meteoros Perseidas versus la súper Luna ". En esta desigual lucha hay una clara vencedora: nuestra Luna.
Si ya es difícil observar una lluvia de meteoros en zonas cercanas a las ciudades, los efectos de la luz de la Luna Llena dará al traste con el objetivo de nuestra observación si lo que pretendemos es observar una gran cantidad de estrellas fugaces. Y para que esto ocurra no hace falta que tengamos una súper Luna en nuestro cielo, sino que en sí, esté presente en una fase avanzada.
Este año las previsiones indican que se producirá una THZ de hasta 100 meteoros por hora durante el máximo. Pero, ¿hasta qué punto es real esta cifra? La THZ refleja la cantidad de meteoros que es posible observar en una hora bajo unas determinadas condiciones. En Vega00, Fran Sevilla nos explica este parámetro y las confusiones que lleva asociadas en los observadores. Evidentemente, no vamos a poder ver esta asombrosa cantidad de estrellas fugaces. ¿Cuántas nos permitirá observar la Luna? Esa es la gran incógnita que se desvelará tras la reportación de los primeros resultados.
A pesar de estas adversidades, los observadores asiduos a este fenómeno nos cuentan que esta lluvia es conocida por ofrecer un espectáculo de brillantes bólidos. Estas estrellas fugaces podrán ser vistas a pesar de la Luna llena, por lo que hay quien intentará contemplarlos.
Para aquellos que quieran desafiar estas condiciones tan adversas, os he preparado una pequeña guía de observación de las Perseidas.
Fuente: abc.es/astrofisicayfisica.com/amazings
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