Una mañana de febrero de este año las personas de Cheliábinsk, un pequeño poblado en Rusia, notaron que todos los techos de las casas, los estacionamientos, los parques, estaban cubiertos de nieve azul.
Hace 2 años también allí había caído un meteorito que explotó con la fuerza de 500 kilotoneladas de TNT y creó una onda de choque tal que hirió a más de mil 500 personas.
La mayoría de los residentes querían una explicación antes de limpiar los parabrisas de sus autos y las banquetas, pero ni el Ministerio de Emergencias ni el de Ecología emitieron comentarios.
Finalmente, la respuesta fue fascinante: una de las fábricas en Cheliábinsk estuvo fabricando huevos de Pascua y tuvo “un pequeño derrame”. Así, el colorante azul cielo imbuyó al pueblo, una vez más, de superstición y miedo. La pregunta es por qué Cheliábinsk está teniendo acontecimientos tan extraños. Después del meteorito, esto parece una estética o encantadora broma divina.
La nieve azul, por lo tanto, y más allá de su belleza, espantó sobremanera a los habitantes. ¿Hay algo magnético en Cheliábinsk que esté atrayendo anomalías? ¿Está conectado el meteorito con el azul-nieve?
Un residente local llamado Dmitry Kudryonok dijo que la nieve olía a hierro. Una reportera de Telefact dijo que aunque no probara la nieve con la boca, podía sentir un “sabor dulce en la lengua”.
Finalmente, la respuesta fue fascinante: una de las fábricas en Cheliábinsk estuvo fabricando huevos de Pascua y tuvo “un pequeño derrame”. Así, el colorante azul cielo imbuyó al pueblo, una vez más, de superstición y miedo. La pregunta es por qué Cheliábinsk está teniendo acontecimientos tan extraños. Después del meteorito, esto parece una estética o encantadora broma divina.
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