Muy poco se sabe de los lobos. Desconocemos el significado de su aullido, aunque algunos dicen que es para estar en contacto con los que extrañan; tampoco sabemos bien a bien qué es eso metafísico que los une tanto con la noche y con la luna, o cómo es que organizan su manada por medio de cruces de miradas.
Pero sabemos que fueron antaño abundantes y se distribuían por el planeta como ejércitos de magos, y ahora habitan únicamente en una muy limitada porción del que antes fue su territorio. Y algo se tiene que hacer, porque su existencia es imperiosa.
Muchas empresas para reintroducir a los lobos al entorno salvaje han tenido lugar (recordemos siempre esa noticia del lobo más solitario del mundo que encontró a su manada años después), y siempre monitoreándolos, con la esperanza de aprender algo de su comportamiento extraño. Pero nunca se había intentado introducir al humano al entorno salvaje del lobo para acaso entender algo más certero de ellos. The Hidden Life of Wolves hace este ejercicio, y recomendamos muchísimo darle seguimiento.
Jim y Jamie Dutcher optaron por vivir 6 años con una manada de lobos en los bosques de Idaho de una manera constante pero discreta, no intrusiva. Con el tiempo ganaron la confianza de los lobos y conocieron de cerca su complejidad y su inaudita inteligencia. “Son capaces no sólo de emoción sino de verdadera compasión, rara vez dos lobos se cruzan sin rozar sus hombros o intercambiar una lamida amistosa”, comentan en su sitio. Lo relevante del aporte de los Dutchers es que nos muestra un comportamiento lobuno muy rara vez documentado. Nos acerca un poco más a poder entender su magia y su importancia en la Tierra.
Muchas empresas para reintroducir a los lobos al entorno salvaje han tenido lugar (recordemos siempre esa noticia del lobo más solitario del mundo que encontró a su manada años después), y siempre monitoreándolos, con la esperanza de aprender algo de su comportamiento extraño. Pero nunca se había intentado introducir al humano al entorno salvaje del lobo para acaso entender algo más certero de ellos. The Hidden Life of Wolves hace este ejercicio, y recomendamos muchísimo darle seguimiento.
Jim y Jamie Dutcher optaron por vivir 6 años con una manada de lobos en los bosques de Idaho de una manera constante pero discreta, no intrusiva. Con el tiempo ganaron la confianza de los lobos y conocieron de cerca su complejidad y su inaudita inteligencia. “Son capaces no sólo de emoción sino de verdadera compasión, rara vez dos lobos se cruzan sin rozar sus hombros o intercambiar una lamida amistosa”, comentan en su sitio. Lo relevante del aporte de los Dutchers es que nos muestra un comportamiento lobuno muy rara vez documentado. Nos acerca un poco más a poder entender su magia y su importancia en la Tierra.
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