Los neandertales, una especie humana que desapareció de Europa hace unos 40.000 años y cuya distribución geográfica fue tan amplia que abarcó desde las costas de Portugal hasta el Próximo Oriente y Siberia occidental, eran más parecidos a los Homo Sapiens de lo que los libros de texto explicaban hace tan solo unos pocos años.
Tenían gran robustez estética, con un cuerpo muy musculado, piel clara y el cabello rojizo. Pero también enterraban a sus muertos y cuidaban de sus enfermos. Además, dejaron un legado genético en los humanos actuales.
Una nueva investigación publicada en el Journal of Human Evolution por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en España, revela que basaban su modo de vida en la división sexual del trabajo, otra característica que los asemeja a los Homo Sapiens.
“No tenemos evidencias de jerarquías, pero sí constancia de que existe claramente un fenómeno de especialización por sexo. La pregunta que nos estamos haciendo ahora es cuándo aparece este tipo de comportamiento y estructuración social”, ha explicado el investigador del CSIC, Antonio Rosas, en rueda de prensa.
En este estudio han analizado un total de 99 dientes incisivos de 19 individuos –11 de ellos del yacimiento de El Sidrón (Asturias), 6 de L’Hortus y 2 de Spy (Bélgica), estos últimos de 66.000 millones de antigüedad–.
“Basándonos en el registro paleontológico, en este caso sobre los dientes, es dónde vimos que aparecen rasgos asociables a este comportamiento que surge de la evolución”, ha añadido Rosas.
Según sus estimaciones, independientemente de la edad, tenían estrías culturales –asociadas a su modo de vida– en las piezas dentales. Los científicos no tienen claro aún qué actividades correspondían a las mujeres y cuáles a los hombres.
“Creemos que la especialización del trabajo según el sexo de los individuos probablemente se limitase a unas pocas tareas, ya que es posible que tanto hombres como mujeres participasen de igual manera en la caza de grandes animales”, ha indicado Almudena Estalrrich, investigadora del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC).
Otras de las variables analizadas son los pequeños desconchones del esmalte dentario. Los individuos masculinos presentan mayor cantidad de mellas en el esmalte y la dentina de las piezas superiores, mientras que en los femeninos estas imperfecciones aparecen en las inferiores.
“El siguiente paso es ir componiendo datos para dar una explicación a ese patrón. Las evidencias ‘brutas’ son que tiene características diferentes arriba y abajo, macho y hembra. Ahora con otros datos podremos ir dibujando a los neandertales”, ha apuntado Rosas.
Los autores del estudio señalan que, al igual que en las sociedades cazadoras recolectoras modernas, las mujeres podrían haberse encargado de la preparación de las pieles y la elaboración de las vestimentas. El retoque de los filos de las herramientas de piedra parece haber sido una tarea masculina.
“Hasta ahora pensábamos que la división sexual del trabajo era típica de las sociedades sapiens, pero eso parece que no es así”, ha concluido el investigador del CSIC.
Una nueva investigación publicada en el Journal of Human Evolution por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en España, revela que basaban su modo de vida en la división sexual del trabajo, otra característica que los asemeja a los Homo Sapiens.
Recreación de dos individuos neandertales ayudándose de la boca para realizar tareas cotidianas. |
En este estudio han analizado un total de 99 dientes incisivos de 19 individuos –11 de ellos del yacimiento de El Sidrón (Asturias), 6 de L’Hortus y 2 de Spy (Bélgica), estos últimos de 66.000 millones de antigüedad–.
“Basándonos en el registro paleontológico, en este caso sobre los dientes, es dónde vimos que aparecen rasgos asociables a este comportamiento que surge de la evolución”, ha añadido Rosas.
Según sus estimaciones, independientemente de la edad, tenían estrías culturales –asociadas a su modo de vida– en las piezas dentales. Los científicos no tienen claro aún qué actividades correspondían a las mujeres y cuáles a los hombres.
“Creemos que la especialización del trabajo según el sexo de los individuos probablemente se limitase a unas pocas tareas, ya que es posible que tanto hombres como mujeres participasen de igual manera en la caza de grandes animales”, ha indicado Almudena Estalrrich, investigadora del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC).
Otras de las variables analizadas son los pequeños desconchones del esmalte dentario. Los individuos masculinos presentan mayor cantidad de mellas en el esmalte y la dentina de las piezas superiores, mientras que en los femeninos estas imperfecciones aparecen en las inferiores.
“El siguiente paso es ir componiendo datos para dar una explicación a ese patrón. Las evidencias ‘brutas’ son que tiene características diferentes arriba y abajo, macho y hembra. Ahora con otros datos podremos ir dibujando a los neandertales”, ha apuntado Rosas.
Los autores del estudio señalan que, al igual que en las sociedades cazadoras recolectoras modernas, las mujeres podrían haberse encargado de la preparación de las pieles y la elaboración de las vestimentas. El retoque de los filos de las herramientas de piedra parece haber sido una tarea masculina.
“Hasta ahora pensábamos que la división sexual del trabajo era típica de las sociedades sapiens, pero eso parece que no es así”, ha concluido el investigador del CSIC.
Fuente: SINC
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