Mórbido para algunos, arte para otros: los penes tatuados de presos traen curiosidad y polémica.
La fotógrafa polaca de 34 años Katarzyna Mirczak reprodujo los tatuajes de los presos muertos.
Su intención era revelar el código común entre los reclusos y oculto al público. Algo así como si los dibujos en los penes fueran un lenguaje oculto.
Ya pasó por Nueva York (EE.UU.), París y Nantes (Francia), Amsterdam (Países Bajos) y estará pronto en Polonia.
Katarzyna fotografió los pedazos de piel y expone las increíbles imagenes hechas con materiales raros como la orina o un clip. Lo que los presos tenían a mano y marcaban en sus penes para hablar en sus códigos.
La fotógrafa polaca de 34 años Katarzyna Mirczak reprodujo los tatuajes de los presos muertos.
Su intención era revelar el código común entre los reclusos y oculto al público. Algo así como si los dibujos en los penes fueran un lenguaje oculto.
Ya pasó por Nueva York (EE.UU.), París y Nantes (Francia), Amsterdam (Países Bajos) y estará pronto en Polonia.
Katarzyna fotografió los pedazos de piel y expone las increíbles imagenes hechas con materiales raros como la orina o un clip. Lo que los presos tenían a mano y marcaban en sus penes para hablar en sus códigos.
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