- E l anuncio de que el Mediterráneo se ha calentado casi 0,7 grados en los últimos 25 años por las emisiones de CO2 marca una semana científica en la que se ha descubierto la variedad genética de los pueblos latinos y una tumba egipcia de hace 4.000 años
El mar Mediterráneo se está calentando y acidificando “a un ritmo sin precedentes”, según ha alertado esta semana un centenar de investigadores procedentes de una docena de países. El culpable de este desastre medioambiental, denuncian, es el aumento de las emisiones de CO2 por la quema de combustibles fósiles, como el carbón, el gas y el petróleo.
Los científicos, agrupados en el proyecto MEDSEA, señalan que la temperatura del Mediterráneo ha aumentado unos 0,67 grados de media en los últimos 25 años. Además, según han afirmado en un comunicado, la acidez de las aguas se ha incrementado un 10% desde 1995, por la incorporación del CO2 a las aguas superficiales. Especies como el coral rojo y las presentes en las praderas de plantas marinas, como la amenazada Posidonia oceanica, “están seriamente amenazadas a causa del calentamiento y la acidificación”, en palabras de los investigadores, coordinados por Patrizia Ziveri, de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).
No ha sido la única mala noticia medioambiental de la semana. Otro equipo de investigadores, también de la UAB, ha constatado que la contaminación por petróleo ha afectado al Amazonas peruano durante los últimos 30 años. “Supone un peligro importante para las zonas más vírgenes y remotas de esta región”, han alertado en un comunicado.
El río Amazonas nace en el Nevado Mismi, un pico de casi 5.600 metros en los Andes Peruanos. Aguas abajo, el 70% del territorio se otorgó en concesión para la exploración petrolera entre 1970 y 2009.
Los científicos, agrupados en el proyecto MEDSEA, señalan que la temperatura del Mediterráneo ha aumentado unos 0,67 grados de media en los últimos 25 años. Además, según han afirmado en un comunicado, la acidez de las aguas se ha incrementado un 10% desde 1995, por la incorporación del CO2 a las aguas superficiales. Especies como el coral rojo y las presentes en las praderas de plantas marinas, como la amenazada Posidonia oceanica, “están seriamente amenazadas a causa del calentamiento y la acidificación”, en palabras de los investigadores, coordinados por Patrizia Ziveri, de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).
No ha sido la única mala noticia medioambiental de la semana. Otro equipo de investigadores, también de la UAB, ha constatado que la contaminación por petróleo ha afectado al Amazonas peruano durante los últimos 30 años. “Supone un peligro importante para las zonas más vírgenes y remotas de esta región”, han alertado en un comunicado.
El río Amazonas nace en el Nevado Mismi, un pico de casi 5.600 metros en los Andes Peruanos. Aguas abajo, el 70% del territorio se otorgó en concesión para la exploración petrolera entre 1970 y 2009.
Plomo y cloruros
Los científicos han observado concentraciones de plomo por encima de los límites actuales permitidos en el 68% de las muestras analizadas, tomadas en 10 afluentes del río Amazonas durante los últimos 30 años por el Gobierno peruano y las propias compañías petroleras. Aguas abajo, los investigadores han hallado 11 veces más cloruros, señal de contaminación por petróleo, que aguas arriba.
Los científicos han observado concentraciones de plomo por encima de los límites actuales permitidos en el 68% de las muestras analizadas, tomadas en 10 afluentes del río Amazonas durante los últimos 30 años por el Gobierno peruano y las propias compañías petroleras. Aguas abajo, los investigadores han hallado 11 veces más cloruros, señal de contaminación por petróleo, que aguas arriba.
“El aumento de los niveles de contaminantes no se debe sólo a los vertidos de petróleo, también a la perforación y al proceso de extracción, procesos que hasta ahora no se han controlado eficazmente. Algunos de los contaminantes pueden pasar a las personas y muchos de los terrenos donde se producen los vertidos son zonas de alimentación de muchos animales, incluidas especies en peligro de extinción”, ha declarado Antoni Rosell, investigador de la UAB y codirector del estudio.
También en América, un equipo de científicos ha estudiado por primera vez la riqueza genómica de un pueblo latino, el de México. Los investigadores han destacado el elevado grado de diferenciación genética que muestran algunos grupos indígenas, tan alto como el que existe entre poblaciones europeas y las del este de Asia. Según el estudio, la estructura genética anterior a la llegada de Cristóbal Colón a América se mantiene a grandes rasgos.
El trabajo, coordinado por Esteban González Burchard, de la Universidad de California en San Francisco, y por Carlos Bustamante, de Stanford (EEUU), tiene relevancia médica, ya que las diferentes ascendencias de los ciudadanos influyen en su salud. La eficiencia para respirar de los pulmones de una persona depende del grupo indígena mexicano que haya contribuido mayoritariamente a su genoma, un hecho importante para el diagnóstico de enfermedades respiratorias.
Una tumba de 4.000 años
La semana también ha traído noticias en el ámbito de la arqueología. Los investigadores del Proyecto Djehuty, dirigido por el CSIC, han descubierto en Luxor una enorme tumba subterránea de hace 4.000 años, el momento en el que la ciudad, conocida entonces como Tebas, se convertía en la capital del reino unificado del Alto y Bajo Egipto bajo el mando de un solo monarca: Montuhotep.
“Las dimensiones de esta estructura subterránea son considerables, lo que no deja duda de que la tumba perteneció a un miembro de la familia real o a un cortesano de alto rango”, apunta el investigador José Manuel Galán, del Instituto de Lenguas y Culturas del Mediterráneo (CSIC).
“Montuhotep unificó el país tras más de cien años de divisiones internas y disputas entre provincias. Bajo su mando, Tebas se convirtió en un centro floreciente para todas las manifestaciones artísticas y culturales, por lo que esta época siempre fue considerada como una edad clásica o dorada dentro de la larga y productiva historia faraónica”, ha señalado Galán en un comunicado.
Los últimos siete días también han visto una inusual colaboración entre una empresa cervecera, Mahou, y expertos en ciencias de los materiales. Investigadores del CSIC y de la Universidad Politécnica de Madrid han anunciado que los residuos obtenidos durante el proceso de producción de cerveza contienen los principales componentes químicos presentes en el hueso (fósforo, calcio, sílice y magnesio), “por lo que, tras someterse a diferentes procesos de modificación, pueden utilizarse como soportes [...] para promover la regeneración ósea en diferentes aplicaciones biomédicas, tales como recubrimiento de prótesis, injertos de hueso o implantes odontoestomatológicos”.
Fuente: Yahoo
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