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La araña con forma de pelícano que descubrió la ciencia

Aunque se creía extinta, esta curiosa especie de Madagascar fue descrita por investigadores del del Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian.


Una curiosa araña con forma de pelícano ha sido encontrada en Madagascar. Aunque se pensó extinta durante mucho tiempo, 18 ejemplares de este arácnido con extrañas patas y cabeza que recuerdan al ave marina, fueron vistos en la isla africana. El documento ha sido publicado en la revista ZooKeys.

La extraña araña fue descubierta por primera vez en el año 1854. Pero no viva, sino conservada en un pedazo de ámbar de 50 millones de antigüedad, por lo que los científicos de la fecha pensaron que estaba extinta. Luego en 1881, naturalistas encontraron arañas pelícano vivas en Madagascar, y se hicieron conocidas por su peculiar morfología.

Las arañas habitan los bosques remotos de Australia, África y Madagascar; y son criaturas relativamente pequeñas, de entre 2 y 8 milímetros de longitud, y tienen una cabeza alargada y extraña con un "cuello", del cual sobresale un conjunto de mandíbulas extendidas.

También se los conoce como arañas asesinas por la forma en que cazan y por lo que cazan. En lugar de hilar telarañas para atrapar comida, deambulan por el bosque por la noche, buscando telarañas ajenas. Cuando localizan a su presa, arrancan los hilos de su tela, imitando las vibraciones de un insecto en apuros. Y cuando el dueño de la tela viene a investigar, la araña pelícano ataca, empalando a sus desafortunadas víctimas con sus largas mandíbulas.

Su pequeño tamaño e inaccesible hábitat han hecho que se conozca muy poco sobre ellas. Hasta ahora, que la conservadora de arácnidos y miriápodos Hannah Wood, del Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian, y el entomólogo Nikolaj Scharff, de la Universidad de Copenhague, han comenzado a estudiarlas a profundidad.

Juntos, trabajaron para examinar y analizar cientos de especímenes de arañas pelícano de Madagascar tanto en el campo como en colecciones guardadas en museos, clasificándolas en especies y describiéndolos científicamente. Centrándose en los géneros Eriauchenius y Madagascarchaea, el equipo las clasificó en 26 especies individuales, 18 de las cuales son completamente nuevas para la ciencia.

Aunque todos los géneros tienen la misma forma de pelícano, las 26 especies se pueden distinguir entre sí por características tales como longitudes de mandíbula diferentes, diferentes números de espinas y diferentes patrones en sus abdómenes.

Curiosamente, las especies vivas hoy en día son muy similares a las que se conservan en ámbar, desde hace 165 millones de años en la era Jurásica, lo que las convierte en un "fósiles vivientes". Y, debido a que se pensó que se habían extinguido cuando se descubrieron por primera vez, pero que luego "volvieron a vivir", se pueden considerar como un taxón Lázaro, un término para referirse al hallazgo de especies en registro fósil que aparentemente se habían extinguido.

Los investigadores continuarán con su trabajo en Madagascar, una de las áreas con mayor biodiversidad del planeta y actualmente bajo amenaza de deforestación, para recolectar información sobre especies de artrópodos. Wood cree que hay muchas cosas sobre las criaturas que viven allí que todavía no conocemos. "Creo que van a haber muchas más especies que aún no se han descrito ni documentado", finalizó.

* Este artículo fue publicado originalmente en N+1, ciencia que suma.

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