Yuya Shino Reuters
El zoológico Takagoyama Nature de la ciudad japonesa de Futtsu, prefectura de Chiba, ha sacrificado a 57 macacos japoneses a través de un procedimiento de inyección letal, por considerar que eran portadores de "genes foráneos invasivos", informa el diario local 'The Japan Times'.
El zoológico adoptó a 164 simios de esta especie y consideraba que se trataba de especies 'puras'. Sin embargo, los empleados del establecimiento descubrieron a través de una prueba de ADN que la tercera parte de estos había sida cruzada con animales de otra especie, el macaco Rhesus, considerados en Japón como una especie foránea invasiva.
Una medida para proteger el ecosistema
Uno de los representantes del centro aclaró que las leyes japonesas prohíben mantener y transportar especies invasivas, incluso si se tratan de especímenes híbridos. Por esta razón, tomaron la decisión de sacrificar a los simios.
"Hemos tenido que sacrificarlos para proteger el ecosistema", declaró un oficial de la prefectura del Gobierno de Chiba. Muchos ecologistas japoneses aseguran que el sacrificio de especies foráneas es la única forma de mantener el balance natural de los animales nativos.
Para "apaciguar las almas" de los animales sacrificados, los empleados del zoológico ofrecieron un funeral en un templo budista cercano.
Sin embargo, no faltaron quienes se manifestaron en defensa de los animales sacrificados. A través de un representante oficial, el Ministerio del Medio Ambiente de Japón aseguró que en estos casos se aceptan excepciones y los zoológicos pueden optar por un permiso para mantenerlos. "Existen muchos establecimientos en el país que conservan animales raros clasificados como invasivos", aseguró el representante ministerial.
RT
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