Dos veterinarios realizan una necropsia a una ballena varada en la costa de la isla de Baranof en Alaska, EE.UU.
Las NASA quiere saber qué es lo que mueve a ballenas, delfines y marsopas a desplazarse hasta las costas de varias partes del globo para acabar muriendo de forma agónica, varadas en las playas, según informa la agencia espacial estadounidense a través de un comunicado.
Los científicos llevan años tratando de explicar el misterio de este tipo de muertes, que afectan a centenares de ejemplares, achacándolas a anomalías magnéticas, a la gravitación lunar o a interferencias como las causadas por los sistemas de sonar de baja frecuencia usados por la Armada estadounidense.
Antti Pulkkinen, heliofísico del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA, y su equipo se han centrado en la capacidad del Sol de impactar el campo magnético de la Tierra o magnetosfera.
Dado que las migraciones de los cetáceos podrían depender de su percepción del campo magnético de la Tierra, los investigadores creen que es tiempo de considerar el fenómeno que más influye en ello: las tormentas solares.
Las eyecciones de masa coronal solar hacia la Tierra, al impactar en la magnetosfera, son capaces de desactivar satélites, causar apagones y socavar los sistemas de navegación por satélite.
Aunque el estudio se encuentra en su fase inicial, si se lograran vincular las tormentas solares con los suicidios masivos de los cetáceos ocurridos en varias partes del mundo, ello permitiría a los biólogos predecir y responder mejor a la desorientación de los cetáceos y, en consecuencia, salvar a más animales.
RT
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