Muchos son los que tienen esa creencia o convicción –respecto a la mala influencia de tal día- debido a haberlo recibido oralmente en sus círculos familiares y otros simplemente debido a la referencia a esa fecha a través de la famosa saga de películas tituladas ‘Viernes 13’ (la primera de ellas estrenada a partir de 1980).
Hay personas que incluso han llegado a desarrollar una fobia a esta fecha, cuya patología es conocida bajo el término de ‘friggatriskaidekaphobia’-. Pero sea una superstición o una fobia, el hecho de que el viernes 13 guste a tan pocas personas tiene algunas connotaciones históricas y a pesar de que se pueden encontrar docenas de explicaciones –algunas realmente absurdas o sin sentido alguno- la mayoría de expertos e historiadores datan como origen a la creencia de que se trata de un día de desdichas al viernes 13 de octubre de 1307.
Esa fecha es la que consta en los libros de Historia como el día en el que el rey Felipe IV de Francia ordenó –bajo el ‘amparo’ del papa Clemente V, quien no dio su consentimiento pero tampoco puso impedimento alguno- la detención de los principales miembros de la Orden del Temple (comúnmente conocidos como ‘Caballeros Templarios’). Una orden militar que había sido decisiva, durante la Edad Media, para llevar a cabo las ‘Cruzadas’ con las que se pretendía tener el control cristiano sobre aquellos lugares considerados como santos.
Entre los templarios apresados se encontraba Jacques de Molay (Gran Maestre de la Orden del Temple) y un gran número de miembros de la orden (se barajan varias cifras –entre 60 y 140- y según el historiador a quien se consulte dará un número diferente).
Tales detenciones no hubieran podido ser posible sin la ayuda de uno de los más pérfidos personajes de aquella época: Guillaume de Nogaret, quien tuvo un extraño y oscuro interés en acabar con la Orden del Temple y sus miembros.
Guillaume de Nogaret no solo fue famoso por este hecho, sino que en su currículo estaba el haber ideado el secuestro del Bonifacio VIII, papa que en 1303 estaba enemistado con el rey de Francia, a quien servía Nogaret.
Tras el apresamiento de Jacques de Molay y los Templarios, aquel viernes 13 de octubre de 1307, acusados de, entre otras cosas, sacrilegio contra la Santa Cruz, herejía o sodomía. Éstos fueron cruelmente torturados para que se confesaran culpables, no obteniendo ninguna declaración de culpabilidad permaneciendo encarcelados durante unos cuantos años hasta que se decidió ejecutar a la mayoría de ellos.
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