Nuestro astro madre, el Sol, se encuentra actualmente en constante evolución. Y de acuerdo con las últimas investigaciones científicas, un día el Sol se convertirá en un astro rojo y ardiente cuya luz hará imposible la vida en el planeta Tierra.
Pese a que faltan millones de años para que suceda, se intuye que las temperaturas extremas podrían teóricamente evaporar los océanos e intensificar el efecto de gas invernadero.
El problema se presenta cuando la temperatura de la Tierra se eleva como si simulara el calor excesivo del Sol. Esto se debe a que la atmósfera del planeta atrapa al dióxido de carbono, desencadenando una serie de consecuencias del calentamiento global –como la evaporación de ríos y lagos–.
Para los investigadores del Max Planck Institute for Meteorology, la cantidad exorbitante del CO2 en nuestra atmósfera podría convertir el agua del planeta en vapor para eventualmente perderse por completo: “El proceso en el cual el agua podría perderse en el espacio podría pasar en un periodo de millones de cientos de millones de años, y eso depende de muchos factores. Y aún si el tiempo estipulado es a largo plazo para la perspectiva humana, en escala geológica y temporal, esto podría considerarse un fenómeno relativamente rápido.”
Se cree que, una vez que el nivel de CO2 alcance 1 520 PPM, la temperatura promedio del planeta aumentará a 57ºC. A este punto, el clima comenzará a desestabilizarse, provocando la evaporación del agua. Actualmente, los niveles de carbono son de 400 PPM.
Estos resultados son relevantes para el futuro de la Tierra, su clima y su existencia. De modo que se pretende hacer un llamado de atención a las ambiciones de la humanidad para respetar, valorar y cuidar la habitabilidad del planeta.
Fuente: Ecoosfera
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