La región de los valles de McMurdo, en la Antártida, es uno de los lugares más secos del planeta, pero a la vez alberga las misteriosas 'cataratas de sangre' del Glaciar Taylor, llamadas así por su tonalidad rojiza.
Un nuevo estudio llega a la conclusión de que este fenómeno enigmático puede tener su origen en grandes depósitos de agua subterránea salada y extremadamente fría.
Según el estudio, publicado este martes en 'Nature Communications', esta agua puede incluso unir los lagos que la rodean en una inmensa red y albergar vida microbiana extremófila.
Los científicos sabían que la salida de agua roja debía tener algún origen, pero se sorprendieron al descubrir la gran extensión de los depósitos subterráneos de agua del valle.
Los científicos sabían que la salida de agua roja debía tener algún origen, pero se sorprendieron al descubrir la gran extensión de los depósitos subterráneos de agua del valle.
RT
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