- La “full moon party“ ha cambiado mucho desde que empezó a finales de los ochenta. Cada año los suicidios, las muertes y las violaciones están al alza. La “mejor fiesta de Asia“ es todo menos diversión
Esto es Koh Phangan, Tailandia. Los conductores de tuk-tuk esperan a los turistas; nadie tiene que mencionar la isla, todos se dirigen al mismo destino. Un letrero advierte: “La marihuana y los hongos mágicos son ilegales en Tailandia”. Un camino de 10 kilómetros lleva a Haad Rin, donde la fiesta sucede.
Hace mucho que la “Full Moon Party” perdió su inocencia original, si es que en algún momento la tuvo. Ahora no es más que una masa indistinguible de extranjeros alcoholizados arrastrándose por una playa para celebrar nada, excepto la fiesta misma. En los últimos años ha habido violaciones, accidentes fatales, suicidios y asesinatos. Parejas desnudas fornican sórdidamente en el agua que brilla por el aceite y el plástico.
Se supone que esta es la mayor fiesta de Asia. Nada ocurrió en la isla durante cientos de años; ahora sobra cualquier excusa para iniciar la bacanal.
Los orígenes de la “Full Moon Party” son inciertos. Empezó en 1987 o 1988; el mito dice que una fiesta de despedida para una docena de turistas que, de alguna manera, fue mutando en una fiesta interminable que recibe 30 mil personas al mes. En realidad, parece que al final de la Guerra Fría algunos hippies idealistas se juntaban en una isla alejada de todo para musitar cantos a Shiva mientras tocaban los bongós.
Hace mucho que la “Full Moon Party” perdió su inocencia original, si es que en algún momento la tuvo. Ahora no es más que una masa indistinguible de extranjeros alcoholizados arrastrándose por una playa para celebrar nada, excepto la fiesta misma. En los últimos años ha habido violaciones, accidentes fatales, suicidios y asesinatos. Parejas desnudas fornican sórdidamente en el agua que brilla por el aceite y el plástico.
Se supone que esta es la mayor fiesta de Asia. Nada ocurrió en la isla durante cientos de años; ahora sobra cualquier excusa para iniciar la bacanal.
Los orígenes de la “Full Moon Party” son inciertos. Empezó en 1987 o 1988; el mito dice que una fiesta de despedida para una docena de turistas que, de alguna manera, fue mutando en una fiesta interminable que recibe 30 mil personas al mes. En realidad, parece que al final de la Guerra Fría algunos hippies idealistas se juntaban en una isla alejada de todo para musitar cantos a Shiva mientras tocaban los bongós.
La electricidad no había llegado a la isla cuando cayó el Muro; sólo la luz de la luna alejaba a las manadas de perros ferales y los asaltantes que merodeaban en la oscuridad. La llegada de la electricidad lo cambió todo.
Antes no había alcohol; se masticaban hongos alrededor de una fogata, en noches que terminaban en bailes desnudos y amor libre. Pronto los organizadores suecos empezaron a vender ácidos; poco después, las bandas locales de Phangan los corrieron con machete en mano. Luego llegaron el éxtasis y el electro.
Antes no había alcohol; se masticaban hongos alrededor de una fogata, en noches que terminaban en bailes desnudos y amor libre. Pronto los organizadores suecos empezaron a vender ácidos; poco después, las bandas locales de Phangan los corrieron con machete en mano. Luego llegaron el éxtasis y el electro.
Inevitablemente la mafia ha tomado el control y la corrupción priva en la economía. Existen básicamente tres tipos de negocios en Haad Rin: bares, farmacias y hospitales. Casi toda persona que ves pasar trae algún vendaje o camina cojeando. Muchas farmacias ofrecen medicamentos de prescripción sin hacer preguntas: codeína, Xanax, Valium, Ritalin. Sin embargo, el uso abierto de drogas en la playa no es tolerado.
No hay forma clara de medir el impacto ambiental de las fiestas, según señala Benjamin Jones en su documental Trouble in Paradise; se han encontrado delfines muertos con el estómago lleno de basura de las fiestas.
Al final, cuando miles de personas atienden a una fiesta, lo menos que se puede esperar es que sea divertida, pero no lo es. La “Full Moon Party” se hace llamar la fiesta más grande de Asia, pero es definitivamente la peor de todas.
Fuente: pijamasurf
No hay forma clara de medir el impacto ambiental de las fiestas, según señala Benjamin Jones en su documental Trouble in Paradise; se han encontrado delfines muertos con el estómago lleno de basura de las fiestas.
Al final, cuando miles de personas atienden a una fiesta, lo menos que se puede esperar es que sea divertida, pero no lo es. La “Full Moon Party” se hace llamar la fiesta más grande de Asia, pero es definitivamente la peor de todas.
Fuente: pijamasurf
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