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Descubiertas algas en rocas de sal del desierto más árido del planeta


  • Investigadores del Museo de Ciencias Naturales documentan por primera vez microorganismos eucariotas en condiciones de extrema sequedad en Atacama

Algas en el desierto. 
Eso es lo que han descubierto investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) español en Atacama, al norte de Chile, la región más árida del planeta. El hallazgo es una prueba más de la persistencia de la vida para adaptarse a las condiciones más extremas, y la primera vez que células eucariotas (del mismo tipo que las que forman todos las plantas y animales superiores) se registran en ese entrono.

En concreto, las microalgas se encuentran en el interior de halitas, unas rocas formadas por sal común (cloruro sódico), y su presencia se detecta por el color verdoso de las piedras, que son la primera señal de que hay un proceso de fotosíntesis en su interior. Ese refugio es fundamental para la supervivencia de las plantas: con una aridez de 0,0005 (un indicador que se obtiene del cociente entre los mililitros de lluvia caídos y la temperatura), Atacama está considerado el lugar más árido del planeta. Las rocas las protegen durante el día de los rayos del sol, pero, a la vez, no son completamente opacas, por lo que se puede realizar la fotosíntesis. Y, por la noche, captan la poca humedad ambiente que existe, lo que permite que las algas sobrevivan.


Los investigadores estudiaron dos zonas del desierto, los salares de Yungay y Salar Grande. "Ha sido sorprendente descubrir las diferencias que hay entre los sustratos y microorganismos de dos zonas del desierto que, desde el punto de vista de la falta de precipitaciones atmosféricas, parecen similares", comenta Jacek Wierzchos, investigador del MNCN, en la web de la institución.

La principal diferencia entre ambos es que Salar Grande está a 8 kilómetros de la costa, y Yanguy, a 70. Por eso en la primera región se alcanza más fácilmente una humedad relativa del 80% por la noche, ya que los vientos de la costa llegan con agua en suspensión. Ello que permite que el agua se condense (lo que se conoce como delicuescencia). En las halitas de esta zona hasta un 20% de los microorganismo encontrados son cianobacterias y microalgas, que contienen clorofila. Los científicos las han relacionado con especies como las Mamiellales, presentes en el fitoplancton oceánico.

En 2005 investigadores de la NASA llegaron a afirmar que las condiciones del desierto de Atacama hacían imposible la presencia de vida fotosintética. Sin embargo en 2006 el grupo de investigación EcoGeo del MNCN rebatió estas afirmaciones al encontrar colonizaciones de cianobacterias dentro de las halitas en la zona de Yungay. Wierzchos explica el alcance del descubrimiento: "El estudio de estos microorganimos que viven en ambientes extremos aporta información sobre las moléculas que necesitan producir para sobrevivir. Estas moléculas pueden resultar de gran interés en ciencias como biotecnología. Asimismo, conocer las formas de vida en ecosistemas extremos nos da pistas para encontrar vida fuera de nuestro planeta".

El hallazgo supone una confirmación de la extrema variabilidad de las formas de vida. Ni la falta de luz u oxígeno de las simas marinas, en el interior de rocas, en las chimeneas volcánicas, en las cuevas abisales y en prácticamente cualquier entorno hay un microorganismo adaptado para sobrevivir.

Fuente: CET/el pais

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