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La Cueva de los Tayos: grabados sumerios, túneles asombrosos y la visita de Neil Armstrong


En este mítico sitio ecuatoriano se cree que hace miles de años existió una civilización subterránea avanzada.


Algunos de los misterios más grandes de la humanidad fueron las civilizaciones del pasado. En Ecuador se encuentra la Cueva de los Tayos, que cuenta con 200 millones de años de vida y se cree que allí existieron seres superiores.

Para llegar a este sitio hay que hacer un viaje de tres días por la carretera desde Quito hasta llegar al destino. La cueva se encuentra en medio de la selva tropical de la provincia de Morona, al este de la cordillera de los Andes.

Cuenta la leyenda que el lugar ya era conocido para la tribu Shuar pero no fue hasta 1969 que el húngaro-argentino Juan Móricz, un antropólogo e investigador apasionado, descubrió el mítico sitio.

En la cueva, Móricz encontró unas planchas metálicas con grabados que recordaban a la civilización sumeria.

Sumeria es una región histórica de Oriente Medio, parte sur de la antigua Mesopotamia, entre las planicies aluviales de los ríos Éufrates y Tigris. La civilización sumeria está considerada como la primera civilización del mundo.

Según Móricz, estas imágenes relataban el origen e historia de aquellas personas. En declaraciones para el diario El Universo, Móricz, aseguró: "Pueden tildarme de loco, pero hay seres superiores bajo la tierra".

La cueva recibe su nombre (Tayos) debido a un ave nocturna de color café que vive en cavernas profundas de lugares selváticos y tropicales de Ecuador, Colombia, Venezuela, Perú y Bolivia.

Teorías conspirativas y Neil Armstrong

Luego de los descubrimientos de Juan Moricz, los amantes de los misterios no tardaron en realizar interpretaciones fantásticas. Uno de los que defendió la hipótesis de que en la cueva se encontraban seres superiores. Fue Erich von Däniken, autor del libro "El oro de los dioses" (1972), quien afirmó la existencia de una supuesta civilización subterránea.

Despues de la investigación de Moricz y el libro de Däniken se generó un gran revuelo y esto desembocó en la más grande de las expediciones hechas hasta ese entonces a la cueva. En 1976, los gobiernos de Ecuador e Inglaterra llegaron a un acuerdo para inspeccionar el lugar e indagar el origen de estas placas metálicas y sus inusuales grabados.

El ingeniero escocés Stan Hall comandó la misión en la Cueva de los Tayos, con la participación de instituciones de investigación, las Fuerzas Armadas ecuatorianas y Neil Armstrong, astronauta estadounidense y el primer ser humano en pisar la Luna.

El objetivo de la expedición era corroborar o desmentir las hipótesis de la existencia de seres superiores en el lugar. Stan Hall y Neil Armstrong, junto a todo el equipo, emprendieron los tres días que dura el viaje para llegar a la Cueva de los Tayos. Al llegar a la boca de la caverna, los exploradores que se adentraron al lugar tuvieron que hacerlo bajando a rapel.

A partir del primer descenso, la cueva se abre hacia grandes salones, galerías estrechas, sitios con oquedades y espacios llenos de estalactitas y estalagmitas.

Uno de los lugares más impresionantes del lugar es el portal Móricz. Se trata de una abertura en las rocas que asemeja a una puerta alargada que impresiona por su perfecta forma cuadrada, la cual pareciera que fue tallada de una forma perfecta.

Esta formación geológica ha alimentado la creencia de muchas personas que se inclinan por lo fantástico y piensan que el lugar fue creado por humanos superiores, o incluso de otros seres desconocidos.

Para ingresar en la Cueva de los Tayos se debe hacer con un permiso oficial, pero sobre todo con la guía de la tribu Shuar. En la cueva existen túneles de 17.9 kilómetros, según un estudio de la Sección Nacional del Ecuador del Instituto Panamericano de Geografía e Historia de 2017.

La expedición de Stan fue todo un éxito. Entre las piezas encontradas se destacaron unas planchas metálicas con grabados que recuerdan a la mitología sumeria extendida en Asia Occidental 2.900 años antes de Cristo y que relatan la historia de la humanidad y su relación con seres venidos del cielo, habitantes de la tierra del océano o del inframundo.

No se sabe muy bien que sucedió con las reliquias encontradas, lo que está claro es que los Shuar se sintieron muy decepcionados con la expedición.

Los Shuar


Los locales se sintieron engañados y robados por todos los investigadores y turistas que recorrieron la cueva. Hay muchos autores de libros que se hicieron una fortuna con la exposición de las Cuevas de los Tayos pero los indígenas locales no recibieron ninguna compensación por ello. Después del “saqueo” de las planchas metálicas, cerámica, tablas, etc. El sitio quedó completamente sin rastros de vida.

Por otra parte, y como dato curioso, los bienes históricos que han existido en la cueva, no se han visto en algún museo o exposición, y tampoco hay denuncias para que estos bienes vuelvan a su lugar de origen. Por esta razón, los Shuar no son muy abiertos para dejar ingresar a visitantes.

Miguel Garzón filmó el documental "Tayos" en 2017 y para ello tuvo que pasar varios días dentro de la cueva: "Es más espectacular que la mayoría de las cuevas. Tiene unas formaciones que dan lugar a especulaciones sobre su origen". El documental fue el último registro que se tiene de la cueva.

Que te parece esto ¿Mito o realidad?. Puedes opinar al final de la nota

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