Generando entre el público una expectación solo comparable al de las estrellas del rock, Musk dio su esperadísima conferencia en Guadalajara, México (la Silicon Valley del sur del Río Grande) durante el sexagésimo séptimo Congreso Internacional de Astronaútica.
Al igual que hizo en julio de este año, cuando desveló su plan para sus coches eléctricos Tesla y el futuro de la energía solar, lo que ayer hizo público Musk no puede siquiera definirse como ambicioso, va mucho más allá. El hombre al que algunos llaman el hijo de Edison y Tesla, el millonario que sueña con cambiar el mundo, imagina viajes tripulados a Marte a la vuelta de la esquina, y una completa civilización marciana de hasta un millón de habitantes en menos de un siglo.
Confieso que llevo años fascinado por la figura de este magnate sudafricano con quien comparto edad. Musk creó su imperio a partir de internet, tras crear el servicio de pago en línea PayPal, y comencé a hablar de él en Intenet ya en 2005, cuando hizo público su interés por asaltar la frontera espacial. De niño, Musk era admirador de la obra Sci-Fi deAsimov, y hoy, cuando cada vez resulta más complicado que los gobiernos convenzan a su opinión pública para invertir en el espacio, este hoy Estadounidense y Canadiense, parece enseñarle el camino a los emprendedores y a la empresa privada en general.
Muchos de ellos pagaron hasta 2000 eur por presenciar su charla en el auditorio de Guadalajara. Allí se encontraban también presentes los dirigentes de la NASA, con quien Musk tendrá que contar sí o sí para sus planes de expansión extraplanetaria. Durante su intervención, Musk anunció que su sueño era crear un agrupamiento humano autosuficiente en Marte, lo cual llevará un tiempo pero no demasiado: entre 40 y 100 años. Para que una civilización marciana sea verdaderamente autónoma, necesitará una población en torno al millón de personas. ¿Cómo llegarán todos esos humanos a Marte? Obviamente la pieza maestra de la idea será su empresa privada: Space X.
Al igual que hizo en julio de este año, cuando desveló su plan para sus coches eléctricos Tesla y el futuro de la energía solar, lo que ayer hizo público Musk no puede siquiera definirse como ambicioso, va mucho más allá. El hombre al que algunos llaman el hijo de Edison y Tesla, el millonario que sueña con cambiar el mundo, imagina viajes tripulados a Marte a la vuelta de la esquina, y una completa civilización marciana de hasta un millón de habitantes en menos de un siglo.
Confieso que llevo años fascinado por la figura de este magnate sudafricano con quien comparto edad. Musk creó su imperio a partir de internet, tras crear el servicio de pago en línea PayPal, y comencé a hablar de él en Intenet ya en 2005, cuando hizo público su interés por asaltar la frontera espacial. De niño, Musk era admirador de la obra Sci-Fi deAsimov, y hoy, cuando cada vez resulta más complicado que los gobiernos convenzan a su opinión pública para invertir en el espacio, este hoy Estadounidense y Canadiense, parece enseñarle el camino a los emprendedores y a la empresa privada en general.
Muchos de ellos pagaron hasta 2000 eur por presenciar su charla en el auditorio de Guadalajara. Allí se encontraban también presentes los dirigentes de la NASA, con quien Musk tendrá que contar sí o sí para sus planes de expansión extraplanetaria. Durante su intervención, Musk anunció que su sueño era crear un agrupamiento humano autosuficiente en Marte, lo cual llevará un tiempo pero no demasiado: entre 40 y 100 años. Para que una civilización marciana sea verdaderamente autónoma, necesitará una población en torno al millón de personas. ¿Cómo llegarán todos esos humanos a Marte? Obviamente la pieza maestra de la idea será su empresa privada: Space X.
Cada humano que quiera ir (o volver) podrá hacerlo por unos 200.000 dólares, más o menos el precio de una casa, y según Musk, el enorme cohete de 122 metros en el que está trabajando, será capaz de llevarles allí de manera rápida, apenas 80 días que incluso podrían reducirse a 30. En cuanto al combustible necesario para los viajes de retorno, Musk cree que podrá fabricarse con materia prima marciana, principalmente metano y oxígeno.
¿Cómo sobrevivir a la radiación durante el viaje, o en el propio Marte, que carece de magnetosfera protectora? Musk cree los riesgos se han sobrevalorado, y que podrá crear escudos electromagnéticos protectores para minizar la incidencia de cánceres asociados a la radiación. Las naves reutilizables de Musk, que podrían transportar hasta a100 personas de un solo viaje, repostarían en la órbita terrestre antes de emprender el viaje.
El plan debería iniciarse con misiones no tripuladas de reconocimiento, destinadas a elegir el mejor emplazamiento posible para que los humanos aterricen; de hecho cree quela primera podría ser en 2018. Los lugares elegidos deberán ser ricos en agua, fundamental tanto para el soporte vital de los humanos y sus cultivos, como para fabricar combustible. Una vez elegido el lugar, los primeros humanos podrían partir hacia el planeta rojo ya en 2024.
¿De dónde obtendría el dinero para financiar semejante magna-utopía? Ahí entra su empresa estrella, Tesla, cuyos vehículos no se venden en concesionarios sino en tiendas propias, vehículos que por cierto triunfan entre las clases altas mexicanas ya que esquivan la prohibición que afecta a los motores de explosión y que les impide circular por el centro del D.F.
¿Lo logrará? Como bien decían ayer en The Verge, para eso Musk debe demostrarle al mundo (algo que no ha hecho suficientemente en su presentación de ayer) que es posible lograr tres objetivos fundamentales: que puede cumplir con las fechas de entrega que propone, que sus cohetes son fiables, y (de cara a obtener financiación externa) que nuestro objetivo debe ser Marte, y no la luna.
Yahoo
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