Entre lobos, quien manda manda incluso si se trata de jugar. Investigadores del Instituto de Investigación Messerli y del Centro de Ciencias del Lobo, en Viena (Austria), han descubierto que los comportamientos de juego de los lobeznos pueden estar influenciados por la edad de los animales. Los adultos dominantes no dejan «ganar» a los pequeños, y estos no intentan propasarse. El juego tiene sus reglas.
Los autores del presente estudio, publicado en la revista PLOS ONE, observaron los estilos de juego de lobos en cautividad, analizando las interacciones en parejas cachorro-cachorro y cachorro-adulto, para probar si se adhieren a la regla del 50-50. Encontraron que el juego de los cachorros no parece seguir esta regla. Las parejas de lobeznos mostraron consistentemente un juego más igualitario que las parejas de cachorros-adultos, aunque el grado de igualdad variaba en gran medida. En las parejas de cachorros y adultos, sin embargo, los lobeznos se ponían más en desventaja y tenían comportamientos menos ofensivos que los adultos.
Los autores creen que ese comportamiento sirve para reforzar al adulto dominante y la subordinación del cachorro en la jerarquía establecida fuera del juego. «El estudio presenta la primera evidencia de que los cachorros de lobo no muestran estilos de juego igualitarios, y los lobos adultos no parecen exhibir comportamientos de desventaja para enganchar a los cachorros en el juego», explican los investigadores.
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