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Los puntos brillantes detectados en la superficie del planeta enano Ceres, conocido también como Estrella de la Muerte, han mantenido en vilo durante un largo año a astrónomos y aficionados al espacio, que han imaginado todo tipo de teorías (como bases alienígenas) para explicar su presencia.
Pero dos estudios publicados recientemente en la revista 'Nature' han logrado explicar el fenómeno y han decepcionado a los amantes de lo paranormal.
Según informa el portal Popular Science, aunque los astrónomos de la NASA ya tenían sus hipótesis sobre la naturaleza de los puntos lumínicos, un grupo internacional de científicos ha confirmado que el material reflectante brillante que dio tanta popularidad a Ceres es una especie de sal. De acuerdo con el autor principal del estudio, Andreas Nathues, del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar, en Alemania, se trata concretamente de sulfato de magnesio, llamado también hexahidrita y conocida en la Tierra como sal de Epsom.
Según informa el portal Popular Science, aunque los astrónomos de la NASA ya tenían sus hipótesis sobre la naturaleza de los puntos lumínicos, un grupo internacional de científicos ha confirmado que el material reflectante brillante que dio tanta popularidad a Ceres es una especie de sal. De acuerdo con el autor principal del estudio, Andreas Nathues, del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar, en Alemania, se trata concretamente de sulfato de magnesio, llamado también hexahidrita y conocida en la Tierra como sal de Epsom.
"La naturaleza global de los puntos brillantes de Ceres indica que ese planeta tiene una capa de subsuelo que contiene hielo salobre de agua", dijo Nathues, algo que también refuerza las sugerencias anteriores de que Ceres puede ocultar debajo de su superficie agua congelada más abundante que toda el agua dulce de la Tierra.
"La presencia de tipos de especies que contienen amoníaco sugiere que Ceres está compuesto de material aparecido en un ambiente donde el amoníaco y el nitrógeno fueron abundantes", dijo en un comunicado de la NASA este miércoles Maria Cristina De Sanctis, la autora principal del estudio.
En otras palabras, Ceres podría haberse formado lejos de su ubicación actual; durante un tiempo fue una especie de vagabundo del sistema solar, hasta que con el tiempo se estableció en el cinturón de asteroides.Otro estudio, por su parte, ha revelado la presencia de arcillas ricas en amoníaco en la superficie del cuerpo celeste, lo que proporciona nuevos datos sobre la historia del que es el objeto más grande del cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter.
RT
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