Los glaciares, en constante regresión debido al calentamiento global,podrían hacer que los días durasen un poquito más en el futuro a medida que se derriten.
Estudios anteriores habían descubierto que la fusión de estas lenguas de hielo, deberían haber provocado un alza en los niveles globales del mar durante el siglo pasado. Esto, a su vez también debería haber modificado ligeramente el eje terrestre y acelerado el ritmo al que gira nuestro planeta.
Y es que cuando el hielo desparece deja de crear presión sobre el suelo, por lo cual este "rebota" hacia arriba, liberado del peso que le mantenía constreñido. Eso haría que los polos dejasen de ser tan planos, redondeando un poco más el planeta, lo cual a su vez llevaría más agua hacia el Ecuador, haciendo que la Tierra se inclinase un poquito más y girase más rápido. Sin embargo nadie hasta ahora ha podido medir tamañas desviaciones. ¿Por qué? Seguid leyendo y lo descubriréis.
Toda esta predicción de eventos, relacionada con la pérdida de hielo en polos y glaciares, parte de un trabajo realizado en 2002 por el oceanógrafo Walter Munk, de la Institución Oceanográfica Scripps. Sin embargo, desde ese año hasta ahora, nadie ha podido medir esa desviación del eje terrestre o del periodo de rotación, dando lugar a lo que los investigadores llaman "el enigma de Munk". Sin embargo, un reciente estudio parece haber dado con la solución al citado rompecabezas.
El estudio se lo debemos a un equipo de la Universidad de Harvard en Cambridge, Massachusetts, liderado por el geofísico Jerry X. Mitrovica. En opinión de estos investigadores, la predicción de Munk no ha podido verificarse por varios errores de cálculo, empezando por el ratio de derretimiento de los glaciares, que durante el siglo XX fue un 30% menos severo de lo que Munk asumió. Además, los modelos de la estructura interna de la Tierra que empleó Munk tampoco eran correctos, lo cual alteraba los datos de deformación provocados por el peso del hielo.
Más aun, las interacciones entre el manto rocoso de la Tierra y las capas de metal derretidas que conforman la parte superior del núcleo, deberían haber ralentizado la rotación del planeta más de lo se había pensado previamente. Tras todos estos ajustes, el equipo de Mitrovica creó un modelo matemático capaz de describir el ritmo actual de desaparición de los hielos, y el alza resultante en los niveles del mar. Los datos obtenidos con este modelo teórico casan perfectamente con las observaciones astronómicas, geodésicas, y terrestres.
Por todo ello no es de extrañar que el equipo de Harvard crea haber resuelto el misterio de Munk. El propio Mitrovica afirma: "El cambio climático inducido por humanos está generando una presión muy importante en la sociedad, de modo que nuestra responsabilidad como científicos a la hora de cuantificar la verdad es enorme.
Toda esta predicción de eventos, relacionada con la pérdida de hielo en polos y glaciares, parte de un trabajo realizado en 2002 por el oceanógrafo Walter Munk, de la Institución Oceanográfica Scripps. Sin embargo, desde ese año hasta ahora, nadie ha podido medir esa desviación del eje terrestre o del periodo de rotación, dando lugar a lo que los investigadores llaman "el enigma de Munk". Sin embargo, un reciente estudio parece haber dado con la solución al citado rompecabezas.
El estudio se lo debemos a un equipo de la Universidad de Harvard en Cambridge, Massachusetts, liderado por el geofísico Jerry X. Mitrovica. En opinión de estos investigadores, la predicción de Munk no ha podido verificarse por varios errores de cálculo, empezando por el ratio de derretimiento de los glaciares, que durante el siglo XX fue un 30% menos severo de lo que Munk asumió. Además, los modelos de la estructura interna de la Tierra que empleó Munk tampoco eran correctos, lo cual alteraba los datos de deformación provocados por el peso del hielo.
Los científicos creen que una sección completa de la cubierta de hielo del oeste de la Antártida ha alcanzado un punto sin retorno que llevará a su inevitable colapso. Con el tiempo eso provocará un alza en los niveles del mar de 1 metro de altura. (Crédito: Space.com). |
Por todo ello no es de extrañar que el equipo de Harvard crea haber resuelto el misterio de Munk. El propio Mitrovica afirma: "El cambio climático inducido por humanos está generando una presión muy importante en la sociedad, de modo que nuestra responsabilidad como científicos a la hora de cuantificar la verdad es enorme.
Al resolver el enigma de Munk, conseguimos dar más peso aún a la teoría, ya de por si fuertemente respaldada por las evidencias, de que las acciones de los humanos están impactando en el clima".
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