- Vecinos alertaron de desgarradores alaridos. Al llegar sólo hallaron al joven aterrado junto a su hijo.
Fabricio en su domicilio recién exorcizada |
"Voces extrañas, energía que te produce opresión en el pecho y una angustiante sensación que alguien está presente, eso es lo que sentimos apenas nos quedamos solos", dijo Fabricio Guerra (31).
Luego agregó: "Desde el 15 de julio comenzamos a sentirnos así. Desde esa fecha nuestros hijos comenzaron a escuchar voces.
Luego agregó: "Desde el 15 de julio comenzamos a sentirnos así. Desde esa fecha nuestros hijos comenzaron a escuchar voces.
Hoy tengo al mayor en cirugía de columna en Buenos Aires, junto a mi esposa y yo aquí con mi hijo más pequeño, junto a mi madre. Siento que estamos acorralados por fuerzas extrañas, inexplicables, aterradoras, malignas si se quiere. Aún así no quisimos decir nada", comentó.
Luego, relató: "Desde que en el fondo de la vivienda se posesionó este fenómeno comenzaron las divisiones familiares, las desgracias personales. No quiero asustar a nadie, es más nos bancamos en silencio lo que sabemos que muchos van a tomar por el lado grotesco. Pero el lunes los gritos aterradores alertaron a los vecinos quienes en la creencia que se trataba de violencia familiar llamaron a la policía.
Llegaron dos uniformados de la comisaría 17 de Solidaridad y nos hallaron enloquecidos de terror. Ingresaron al fondo, donde tengo un perro que encontraron al igual que nosotros asustado. No tengo una explicación coherente. La busco pero no la encuentro", de sinceró. Sólo para graficar nos comentó: "hace días salí con mi hijo y cuando volví, el dormitorio nuestro estaba deshecho.
La ropa anudada, las sábanas enrolladas, las cortinas en el suelo. No hubo viento, la ventana tiene reja y estaba cerrada. Hoy ministros religiosos exorcizaron mi domicilio. El óleo santo pintaron cruces. Ayer, un policía de la zona habló de un antiguo enterratorio. No sé, hoy gracias a Dios me siento mejor", reflexionó Fabricio Guerra.
Fuente: el tribuno
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