Durante las excavaciones, Tello descubrió un cementerio complejo y sofisticado en el suelo áspero del desierto de Paracas.
En las enigmáticas tumbas, Tello descubrió una serie de polémicos restos humanos que cambiarían para siempre cómo miramos a nuestros antepasados y nuestros orígenes. Los cuerpos en las tumbas tenían algunos de los cráneos alargados más grandes jamás descubiertos en el planeta, llamado los cráneos Paracas. El arqueólogo peruano descubrió más de 300 cráneos misteriosos que se creen tenían al menos 3000 años de antigüedad.
Como si la forma de los cráneos no fuera lo suficientemente misteriosa, un reciente análisis de ADN realizado sobre algunos de los cráneos presenta algunos de los más enigmáticos e increíbles resultados que desafían todo lo que sabemos sobre el origen y el árbol evolutivo humano.
Deformación del cráneo: Una antigua práctica religiosa
Mientras que varias culturas de todo el mundo realizaron prácticas de deformación del cráneo (elongación), las técnicas utilizadas fueron distintas, lo que significa que los resultados tampoco eran los mismos. Hay ciertas tribus sudamericanas que ‘ataban los cráneos de los bebés’ con el fin de cambiar su forma, resultando en una forma craneal drásticamente alargada. Aplicando una presión constante durante un largo período de tiempo con el uso de herramientas antiguas, las tribus lograron realizar deformaciones craneales que se encuentran también en culturas antiguas de África. Sin embargo, si bien este tipo de deformación craneal cambió la forma del cráneo, no alteró el tamaño, peso o volumen craneal, todos los cuales son rasgos característicos de los cráneos humanos regulares.
Cráneo alargado Paracas. Es impresionante la estructura del mismo, y además la presencia de cabello de color rojizo, no tan común en los pueblos antiguos sudamericanos.
Justamente aquí es donde las características de los cráneos Paracas resultan ser más interesantes. Los cráneos Paracas son cualquier cosa menos ordinarios. Los cráneos Paracas son por lo menos 25% más grandes y hasta un 60% más pesados que los cráneos de los seres humanos regulares. Los investigadores creen firmemente que estas características podrían no haberse logrado con las técnicas utilizadas por las tribus como sugieren algunos científicos. No sólo son diferentes en peso, los cráneos Paracas también son estructuralmente diferentes y sólo tienen una placa parietal mientras que los seres humanos normales tienen dos.
Estas características extrañas han acrecentado el misterio durante décadas, pues los investigadores aún no tienen idea de quiénes fueron alguna vez estos individuos con dichos cráneos alargados.
A la izquierda un cráneo Paracas y a la derecha una representación artística de cómo pudo haber sido uno de los individuos de esta cultura.
Más pruebas
El director del Museo de Historia de Paracas envió cinco muestras de los cráneos Paracas para someterlas a pruebas genéticas, y los resultados fueron fascinantes. Las muestras que consistían en el pelo, dientes, piel y algunos fragmentos de huesos craneales dieron detalles increíbles que han alimentado el misterio que rodea a estos cráneos anómalos. El laboratorio genético a donde las muestras fueron enviadas no fue informado previamente del origen de las calaveras para evitar ‘influenciar los resultados’.
Curiosamente, el ADN mitocondrial, que se hereda de la madre, mostró mutaciones que eran desconocidas para cualquier hombre, primate o animal encontrado en el planeta Tierra. Las mutaciones presentes en las muestras de los cráneos Paracas sugieren que los investigadores estaban tratando con un totalmente nuevo ‘ser humano’, muy diferente del Homo sapiens, Neandertal y Denisovans.
Brien Foerster informó los siguientes resultados que dio el genetista:
La muestra que provenga de la etiquetada 3A, tiene un ADN mitocondrial con mutaciones desconocidas en cualquier ser humano, primate o animales conocidos hasta ahora. Los datos están aún incompletos y todavía es necesario hacer montón de secuencias para recuperar la secuencia completa del ADN mitocondrial. Pero en los pocos fragmentos que he sido capaz de secuenciar la muestra 3A, indican que si estas mutaciones se sostienen (en el resto de la secuencias) se trata de una nueva criatura humana, muy distante del Homo sapiens, los neandertales y los homínidos de Denisova.”
El director del Museo de Historia de Paracas envió cinco muestras de los cráneos Paracas para someterlas a pruebas genéticas, y los resultados fueron fascinantes. Las muestras que consistían en el pelo, dientes, piel y algunos fragmentos de huesos craneales dieron detalles increíbles que han alimentado el misterio que rodea a estos cráneos anómalos. El laboratorio genético a donde las muestras fueron enviadas no fue informado previamente del origen de las calaveras para evitar ‘influenciar los resultados’.
Curiosamente, el ADN mitocondrial, que se hereda de la madre, mostró mutaciones que eran desconocidas para cualquier hombre, primate o animal encontrado en el planeta Tierra. Las mutaciones presentes en las muestras de los cráneos Paracas sugieren que los investigadores estaban tratando con un totalmente nuevo ‘ser humano’, muy diferente del Homo sapiens, Neandertal y Denisovans.
Brien Foerster informó los siguientes resultados que dio el genetista:
La muestra que provenga de la etiquetada 3A, tiene un ADN mitocondrial con mutaciones desconocidas en cualquier ser humano, primate o animales conocidos hasta ahora. Los datos están aún incompletos y todavía es necesario hacer montón de secuencias para recuperar la secuencia completa del ADN mitocondrial. Pero en los pocos fragmentos que he sido capaz de secuenciar la muestra 3A, indican que si estas mutaciones se sostienen (en el resto de la secuencias) se trata de una nueva criatura humana, muy distante del Homo sapiens, los neandertales y los homínidos de Denisova.”
Brien Foerster examinando un cráneo Paracas
Según los informes, las personas de los cráneos de Paracas fueron tan biológicamente diferentes que hubiera sido imposible que los seres humanos se cruzasen con ellos. “No estoy seguro de que esto se ajuste en el árbol evolutivo conocido”, escribió el genetista.
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