Vivió hace 146 millones de años y utilizaba sus extremidades para cazar y durante el cortejo
La elongación del cuerpo ha sido fundamental en la evolución de las serpientes a partir de los lagartos, igual que la contracción y pérdida de las extremedidades. Sin embargo, los fósiles que evidencian esta transformación son raros, y muchos detalles de esa transición, pese a repetirse varias veces a lo largo de la historia evolutiva, siguen sin resolverse.
Un interesante fosil hallado en Brasil Martill, apodado Tetrapodophis, muestra un cuerpo de serpiente en el que se observan patas delanteras y traseras con cinco dedos bien desarrollados. El estudio detallado lo publica el último número de la revista Science y sugiere que los antepasados de las serpientes podrían ser cavadores de madrigueras, en lugar de tener su cuna en el mar.
Este ejemplar de cuatro patas único, encuentrado en la Formación de Crato, en Brasil, ofrece una visión más clara de cómo estas criaturas que vivieron en el cretácido inferior se han convertido en los elegantes reptiles actuales. Mediante la genética y las características morfológicas de esta especie en comparación con otras especies de serpientes conocidas, y dando un peso diferente a cada factor en cuatro análisis separados, los autores determinaron que esta criatura de cuatro patas es de hecho un antepasado de serpientes actuales .
La especie recién descubierta, denominada Tetrapodophis amplectus, que vivió durante el Cretácico Inferior entre 146 y 100 millones de años atrás, mantiene muchas características de las serpientes clásico, como un hocico corto, caja craneal larga, cuerpo alargado, escamas, dientes, colmillos y una mandíbula flexible para tragar a las presas grandes .
También mantiene la estructura de vértebras típica de las serpientes actuales que las dota de la flexibilidad necesaria para constreñir presa. La principal, diferencia evidente son las cuatro extremidades de Tetrapodophis, que no parecen haber sido utilizados para la locomoción. Los dedos exteriores más cortos y los y el segundo, más largo, sugieren que las extremidades servían para agarrar a sus presas, apuntan los autores, o bien para sujetar a su pareja durante el apareamiento.
Los autores resaltan que el espécimen carede de cola larga y comprimida lateralmente, característica de los animales acuáticos, lo que sugiere que las serpientes no evolucionaron de ancestros marinos. Al contrario, este intrigante fósil insinúa cómo las serpientes se abrieron paso en el mundo moderno.
abc.es
Un interesante fosil hallado en Brasil Martill, apodado Tetrapodophis, muestra un cuerpo de serpiente en el que se observan patas delanteras y traseras con cinco dedos bien desarrollados. El estudio detallado lo publica el último número de la revista Science y sugiere que los antepasados de las serpientes podrían ser cavadores de madrigueras, en lugar de tener su cuna en el mar.
Este ejemplar de cuatro patas único, encuentrado en la Formación de Crato, en Brasil, ofrece una visión más clara de cómo estas criaturas que vivieron en el cretácido inferior se han convertido en los elegantes reptiles actuales. Mediante la genética y las características morfológicas de esta especie en comparación con otras especies de serpientes conocidas, y dando un peso diferente a cada factor en cuatro análisis separados, los autores determinaron que esta criatura de cuatro patas es de hecho un antepasado de serpientes actuales .
La especie recién descubierta, denominada Tetrapodophis amplectus, que vivió durante el Cretácico Inferior entre 146 y 100 millones de años atrás, mantiene muchas características de las serpientes clásico, como un hocico corto, caja craneal larga, cuerpo alargado, escamas, dientes, colmillos y una mandíbula flexible para tragar a las presas grandes .
También mantiene la estructura de vértebras típica de las serpientes actuales que las dota de la flexibilidad necesaria para constreñir presa. La principal, diferencia evidente son las cuatro extremidades de Tetrapodophis, que no parecen haber sido utilizados para la locomoción. Los dedos exteriores más cortos y los y el segundo, más largo, sugieren que las extremidades servían para agarrar a sus presas, apuntan los autores, o bien para sujetar a su pareja durante el apareamiento.
Los autores resaltan que el espécimen carede de cola larga y comprimida lateralmente, característica de los animales acuáticos, lo que sugiere que las serpientes no evolucionaron de ancestros marinos. Al contrario, este intrigante fósil insinúa cómo las serpientes se abrieron paso en el mundo moderno.
abc.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario