A casi 70 años de su final, aún se siguen conociendo datos inéditos de la Segunda Guerra Mundial que sorprenden. Ahora, un estudio publicado por la revista científica “Endeavour”, reveló que el nazismo intentó utilizar mosquitos como arma biológica para infectar de malaria a los aliados a fines del conflicto bélico.
Los investigadores del campo de concentración nazi de Dachau, sur de Alemania, analizaron en 1944 cómo hacer que mosquitos con malaria sobrevivieran lo suficiente como para llevarlos a zona enemiga y liberarlos entre los aliados, reveló en el artículo Klaus Reinhardt, experto en Evolución y Ecología de la Universidad de Tubinga.
Los investigadores del campo de concentración nazi de Dachau, sur de Alemania, analizaron en 1944 cómo hacer que mosquitos con malaria sobrevivieran lo suficiente como para llevarlos a zona enemiga y liberarlos entre los aliados, reveló en el artículo Klaus Reinhardt, experto en Evolución y Ecología de la Universidad de Tubinga.
El laboratorio de investigación en Dachau tenía como tarea oficial encontrar cura a enfermedades transmitidas por insectos o pulgas como el tifus, muy extendidas entre los soldados alemanes y en los campos de concentración.
Sin embargo, los protocolos de Dachau consultados por Reinhardt y las anotaciones del director del laboratorio del campo confirman que los investigadores también buscaban formas de convertir mosquitos en vehículos de malaria para diseminar la enfermedad entre las tropas aliadas.
Según los protocolos, el principal problema que afrontaron los científicos nazis fue hacer que los mosquitos vivieran lo suficiente sin alimento como para ser transportados desde un centro de crianza hasta territorio enemigo. El laboratorio llegó a recomendar el uso de un tipo particular de mosquitos anopheles con ese fin.
Reinhardt destacó en el artículo que los resultados de su estudio podrían replantear la pregunta, hasta ahora sin resolver, de si los nazis planearon desarrollar armas biológicas durante la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, los protocolos de Dachau consultados por Reinhardt y las anotaciones del director del laboratorio del campo confirman que los investigadores también buscaban formas de convertir mosquitos en vehículos de malaria para diseminar la enfermedad entre las tropas aliadas.
Según los protocolos, el principal problema que afrontaron los científicos nazis fue hacer que los mosquitos vivieran lo suficiente sin alimento como para ser transportados desde un centro de crianza hasta territorio enemigo. El laboratorio llegó a recomendar el uso de un tipo particular de mosquitos anopheles con ese fin.
Reinhardt destacó en el artículo que los resultados de su estudio podrían replantear la pregunta, hasta ahora sin resolver, de si los nazis planearon desarrollar armas biológicas durante la Segunda Guerra Mundial.
Fuente: larazon.com.ar
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