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Logran recuperar y secuenciar el ARN de un lobo momificado de 14.000 años

Preservado en el permafrost siberiano, el cánido prehistórico ha permitido demostrar que también el ácido ribonucleico puede conservarse para arrojar luces sobre el remoto pasado.


Un equipo internacional de científicos transcribió con éxito secuencias de ácido ribonucleico (ARN) del tejido hepático perteneciente a un lobo de hace 14.300 años y preservado en el permafrost de Siberia, informa New Atlas.

Cuando los investigadores encontraron el cánido –de la era del Pleistoceno e identificado como un lobo o un híbrido domesticado de lobo y perro–, decidieron usar sus restos para demostrar que el ARN puede sobrevivir durante miles de años, pese a la creencia general de que, a diferencia del ADN, se degrada rápidamente.

Hasta hace poco solo el ADN era utilizado para estudiar, por ejemplo, los genomas de los antiguos egipcios, de los primeros británicos u otros de los primeros antepasados ​​humanos. Ahora, al extraer y secuenciar el ARN de un espécimen de unos 14.000 años de antigüedad, estos investigadores arrojan nuevas luces sobre el remoto pasado, según se desprende del estudio publicado en la revista PLOS Biology.

El ARN más antiguo que se había recuperado hasta ahora –aunque imposible de ser secuenciado– provino de Ötzi, el "hombre de hielo", que con sus 5.300 años es la momia más antigua de nuestra especie, el Homo sapiens.

En el marco del nuevo estudio, investigadores de la Universidad de Copenhague, la Universidad de Tübingen, la Universidad Federal del Nordeste y el Real Instituto Belga de Ciencias Naturales, examinaron una muestra del referido lobo, especie a la que bautizaron como Tumat Puppy. El equipo recuperó y analizó el ARN del animal, y lo comparó con tejidos de dos muestras de lobo mucho más recientes, de los siglos XIX y XX.


RT

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