Aubrey de Grey es un famoso biogerontólogo inglés, conocido especialmente por sus atrevidas teorías sobre la longevidad humana. Dice que podremos vivir más de mil años gracias a una técnica de recuperación de tejidos en la que trabaja. Pero además a De Grey le entusiasman las matemáticas, hasta el punto de que, como aficionado, dedica parte de su tiempo a desentrañar sus misterios. Y ha conseguido solucionar uno. Al menos parcialmente, según publica QuantaMagazine. Se llama el problema de Hadwiger-Nelson, y ha traído de cabeza a los matemáticos desde los años 50. El científico ha publicado sus conclusiones en el servidor de preimpresión arXiv.
El problema de Hadwiger-Nelson surgió cuando Edward Nelson y Hugo Hadwiger se preguntaban sobre el menor número de colores necesarios para colorear todos los puntos en un gráfico, sin que existan dos puntos conectados que sean del mismo color. Desde entonces, los matemáticos han atacado el problema y han reducido las posibilidades a cuatro, cinco, seis o siete. Ahora, De Gray ha eliminado la posibilidad de cuatro colores como solución, así que el número mínimo cromático es cinco.
El científico dice que su atracción por las matemáticas comenzó con Othello, un juego de dos jugadores parecido a las damas en el que los contrincantes comparten 64 fichas iguales, de caras distintas, que se colocan por turnos en un tablero dividido en 64 escaques. Gana el jugador que tenga más fichas sobre el tablero al finalizar la partida, para lo que hace falta utilizar una buena estrategia. De Gray era un jugador competitivo y se hizo amigo de un grupo de matemáticos. Estos terminaron por enseñarle algo de teoría matemática, que comenzó a explorar como un medio para, quién lo diría, ¡relajarse después de un duro día de trabajo!
Varios años después, un grupo de matemáticos formó el Proyecto Polymath, una colaboración de matemáticos de todo el mundo: su plataforma online permite a los interesados trabajar en complejos rompecabezas matemáticos colaborando con personas afines. Fue en esa plataforma donde De Gray encontró el problema de Hadwiger-Nelson. Empezó a trabajar en él durante sus vacaciones de Navidad, y después de un tiempo explorando el problema usando el eje de Moser, descubrió que una de las suposiciones de los matemáticos anteriores era incorrecta, y debido a eso, pudo descartar los cuatro colores como posible solución.
«Tuve una suerte extraordinaria», reconoce De Gray. «No todos los días surge la solución a un problema de hace 60 años». El investigador tiene una fundación en la que se desarrollan tecnologías dedicadas a revertir el envejecimiento. Si finalmente consigue que seamos inmortales, tendrá mucho más tiempo libre para resolver esta clase de enigmas matemáticos.
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