Ese mismo mes el Satélite TERRA de la NASA captó una inquietante imagen de China mostrando desde el espacio la gran nube de polución que se extendía a lo largo de más de 1.200 kilómetros afectando la salud de cientos de millones de habitantes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que un ambiente limpio y seguro se da cuando existen menos de 25 microgramos de partículas menores de 2,5 micras por metro cúbico de aire, y que cuando se concentran más de 300 microgramos existe un serio peligro para la salud de los seres humanos. Teniendo en cuenta estos datos, hay que recordar que en diversas ciudades de China se han llegado a alcanzar records de polución, como los 778 microgramos por metro cúbico registrados en Shanghái, y que en su capital Pekin los índices de contaminación rebasan frecuentemente los 400 microgramos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que un ambiente limpio y seguro se da cuando existen menos de 25 microgramos de partículas menores de 2,5 micras por metro cúbico de aire, y que cuando se concentran más de 300 microgramos existe un serio peligro para la salud de los seres humanos. Teniendo en cuenta estos datos, hay que recordar que en diversas ciudades de China se han llegado a alcanzar records de polución, como los 778 microgramos por metro cúbico registrados en Shanghái, y que en su capital Pekin los índices de contaminación rebasan frecuentemente los 400 microgramos.
La rápida e intensa industrialización que han experimentado los países más poblados de Asia, como China e India cuya población conjunta supera los 2.500 millones de habitantes, está dejando importantes secuelas ambientales no solo en esas regiones sino en todo el planeta.
Los datos recogidos por NASA durante los últimos años han servido para hacer una simulación de las grandes corrientes de aire que operan en nuestro planeta y nos muestran cómo las partículas contaminantes se dispersan por todo el planeta.
Este repentino auge en la industrialización de Asia tiene múltiples factores económicos y mercantiles en los que no entraremos pero su incremento ha desbordado las previsiones que los investigadores tenían en los últimos años sobre emisiones de contaminantes a la atmósfera.
Una enorme parte de las tecnologías y productos que se consumen habitualmente en todo el mundo se está fabricando actualmente en países asiáticos, convirtiéndose así en uno de los focos principales de contaminación y emisión de gases invernadero de todo el mundo.
Por supuesto, la globalización nos ha traído importantes mejoras a nuestra vida pero aún no hemos hecho frente a las enormes desventajas que también lleva implícitas. En su artículo “Global is the new local”, NASA advierte que ya no hay problemas locales y que la gran escala que ha adquirido la industrialización afecta, no solo al país contaminante sino al planeta entero.
La enorme polución emitida por Asia afecta al desarrollo de nubes en el Pacífico Norte, incide en la formación de ciclones y está relacionado con condiciones extremas de lluvias, sequías y nevadas en lugares tan distantes como el Pacífico Norte, el Atlántico o incluso la Antártida.
Referencias y más información:
Yuan Wang, Renyi Zhang, et al. “Asian pollution climatically modulates mid-latitude cyclones following hierarchical modelling and observational analysis”. Nature Communications. DOI: 10.1038/ncomms4098
NASA Global Climate Change: Global is the new local: Pollution changes clouds, climate downstream
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