Aviso sobre el Uso de cookies: Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia del lector y ofrecer contenidos de interés. Si continúa navegando entendemos que usted acepta nuestra política de cookies y basado en la politica de cookies de Google Adsense. Puede leerlo en el enlace a continuación

Entrada destacada

Para que meditar? La respuesta de este monje budista es la mejor respuesta que encontrarás

La meditación se ha convertido en una actividad de moda en la sociedad secular. Y aunque no hay duda de que puede usarse sin un contexto esp...

El misterio tras los monstruos que Frans Hals pintó en un retrato

Cuando Bart Cornelis, Curador de las pinturas neerlandesas y flamencas en la National Gallery, se propuso curar una exposición para el Rijksmuseum dedicada al pintor Frans Hals sabía que había un misterio que tenía que desentrañar: ¿Por qué hay una calavera oculta en uno de sus cuadros?


Frans Hals (1580 - 1666) fue un pintor neerlandés muy prolífico. Entre sus grandes obras se encuentran los retratos y, en concreto, hay uno que no pasa desapercibido y que tiene por protagonista a su amigo Isaac Massa.

El cuadro en cuestión fue pintado en 1643 y retrata a Isaac Massa poco después de su fallecimiento. Massa fue un merchante, diplomático del reino que estableció numerosos vínculos comerciales internacionales, en especial con Rusia.

Después de someter al cuadro a una minuciosa inspección con reflectografía infrarroja, los restauradores de la National Gallery descubrieron que el cuadro tenía varias capas y, tras ellas, se escondían algunos elementos pintados anteriormente por encima del hombro de Isaac Massa. En concreto, se trataba de dos bustos y una especie de cetro.

Bart Cornelis y su equipo llegaron a la conclusión de que uno de ellos era la representación de Envidia, gracias a su cabeza llena de serpientes y un corazón en sus labios. Esta figura podría representar su éxito como merchante, haciendo referencia a quienes le miraban con envidia, algo que al parecer obsesionaba a Isaac.

El siguiente busto escondido es un esqueleto, una calavera. La explicación para esta cabeza la encontraron en los libros de emblemas, donde se representa a la muerte, en forma de esqueleto, pisoteando a Envidia. Una imagen que describe cómo la muerte es lo único que termina con la envidia.

Teniendo en cuenta ambos bustos, este podría ser el mensaje que Isaac Massa quería reflejar cuando Frans Hals le retratase: podéis maldecirme todo lo que queráis, pero al final la muerte terminará con vosotros y vuestro comportamiento.

Con el paso del tiempo, los elementos se ocultaron de forma consciente, ya que se decidió pintar encima del misterio descubierto por los restauradores. ¿Qué otros secretos quedan por conocer sobre los cuadros que nos rodean?

No hay comentarios:

Publicar un comentario