Con ayuda del Telescopio Espacial Hubble de la NASA / ESA, un grupo de científicos liderado por astrónomos alemanes ha observado un extraño tipo de objeto en el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter: se trata de dos asteroides que orbitan entre sí y exhiben características semejantes a un cometa, incluyendo un coma brillante y una larga cola. Se trata del primer asteroide binario conocido clasificado a la vez como un cometa del cinturón principal de asteroides.
El par de asteroides, llamado 288P, fue observado en septiembre de 2016 justo antes de que el asteroide hiciera su aproximación más cercana al Sol. Los astrónomos vieron que el objeto que contemplaban no era uno, sino dos asteroides que giraban uno alrededor del otro dejando una corriente de polvo en su estela. Este tipo de asteroides que se comportan como un cometa no son nuevos, pero tampoco comunes.
Lo que hace especial este descubrimiento es que se trata de un sistema binario de asteroides: cada asteroide -que tiene además casi la misma masa y el mismo tamaño- orbita al otro a una distancia de menos de 100 kilómetros. Ese descubrimiento fue en sí mismo un hallazgo importante; ya que, debido a que se orbitan entre sí, se pueden medir las masas de los objetos en tales sistemas.
Precisamente cuando este par de asteroides realizó su acercamiento más próximo al Sol, la NASA aprovechó las capacidades del Hubble para capturar imágenes más claras de su núcleo y cola, confirmando, además, la firma de un cometa. De ahí que sea tan especial y único este hallazgo.
"Detectamos indicaciones fuertes para la sublimación del hielo de agua debido al aumento de la temperatura solar, similar a cuando se crea la cola de un cometa", comenta Jessica Agarwal del Instituto Max Planck y coautora del trabajo que publica la revista Nature.
Los investigadores creen que 2006 VW139 (nombre dado al objeto binario detectado por primera vez en 2006 como parte del programa de búsqueda de asteroides Spacewatch) se separó hace unos 5.000 años bajo el estrés de la rotación, donde la corriente de vapor que salía de los fragmentos ayudó a empujarlos cada vez más lejos;
¿Se trata de un objeto único o habrá más de este tipo?
288P es muy diferente a todos los otros asteroides binarios que conocemos, lo que plantea todo un abanico de preguntas acerca de su existencia y de la posibilidad de encontrar más objetos similares a este. "Necesitamos más trabajo teórico y observacional, así como más objetos similares al 288P, para encontrar una respuesta a esta pregunta", expone Agarwal.
Comprender cómo se formaron y evolucionaron los cometas del cinturón principal de asteroides orbitando entre Marte y Júpiter es vital para seguir profundizando en nuestra comprensión de la formación y evolución de todo el Sistema Solar y podríamos resolver preguntas tan relevantes como la de cómo llegó el agua a la Tierra. Este extraño híbrido se presenta como un sistema extremadamente importante para futuros estudios.
Sin duda otro elemento más para la lista de descubrimientos insólitos y apasionantes del Hubble.
Precisamente cuando este par de asteroides realizó su acercamiento más próximo al Sol, la NASA aprovechó las capacidades del Hubble para capturar imágenes más claras de su núcleo y cola, confirmando, además, la firma de un cometa. De ahí que sea tan especial y único este hallazgo.
"Detectamos indicaciones fuertes para la sublimación del hielo de agua debido al aumento de la temperatura solar, similar a cuando se crea la cola de un cometa", comenta Jessica Agarwal del Instituto Max Planck y coautora del trabajo que publica la revista Nature.
Los investigadores creen que 2006 VW139 (nombre dado al objeto binario detectado por primera vez en 2006 como parte del programa de búsqueda de asteroides Spacewatch) se separó hace unos 5.000 años bajo el estrés de la rotación, donde la corriente de vapor que salía de los fragmentos ayudó a empujarlos cada vez más lejos;
¿Se trata de un objeto único o habrá más de este tipo?
288P es muy diferente a todos los otros asteroides binarios que conocemos, lo que plantea todo un abanico de preguntas acerca de su existencia y de la posibilidad de encontrar más objetos similares a este. "Necesitamos más trabajo teórico y observacional, así como más objetos similares al 288P, para encontrar una respuesta a esta pregunta", expone Agarwal.
Comprender cómo se formaron y evolucionaron los cometas del cinturón principal de asteroides orbitando entre Marte y Júpiter es vital para seguir profundizando en nuestra comprensión de la formación y evolución de todo el Sistema Solar y podríamos resolver preguntas tan relevantes como la de cómo llegó el agua a la Tierra. Este extraño híbrido se presenta como un sistema extremadamente importante para futuros estudios.
Sin duda otro elemento más para la lista de descubrimientos insólitos y apasionantes del Hubble.
Referencia: A binary main belt comet, Jessica Agarwal, David Jewitt, Max Mutchler, Harold Weaver, Stephen Larson. Nature 2017 spacetelescope.org/static/archives/releases/science_papers/heic1715/heic1715a.pdf
Crédito imagen: ESA/Hubble, L. Calçada.
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