Las nuevas observaciones del telescopio espacial han mostrado que la mayor parte de esta corriente fue despojada de la Pequeña Nube de Magallanes hace unos dos millones de años, con una porción más pequeña de origen más reciente de su vecino más grande.
Las Nubes de Magallanes, dos galaxias enanas que orbitan la Vía Láctea, están a la cabeza de un enorme filamento gaseoso conocido como la Corriente de Magallanes. Desde el descubrimiento de la secuencia en la década de 1970, los astrónomos se han preguntado si este gas procede de una o ambas de las galaxias satélite.
Para llegar a esta conclusión, los expertos utilizaron el Espectrógrafo de Orígenes Cósmicos del Hubble (COS), junto con las observaciones del Very Large Telescope de ESO, para medir la abundancia de elementos pesados, como el oxígeno y azufre, en seis localidades lo largo de la Corriente de Magallanes.
El equipo ha encontrado bajas abundancias de oxígeno y azufre a lo largo de la mayor parte de la corriente, haciendo coincidir los niveles en la Pequeña Nube de Magallanes hace unos dos millones de años, cuando se cree que la cinta de gaseosa que se ha formado.
Sin embargo, en un giro sorprendente, el equipo descubrió un nivel mucho más alto de azufre en una zona más cercana a las Nubes de Magallanes. "Estamos encontrando la misma cantidad de elementos pesados en la corriente hasta llegar muy cerca de las Nubes de Magallanes, y luego el niveles de elementos pesados sube", ha indicado uno de los miembros del equipo, Andrew Fox.
Según ha indicado, "esta región interior es muy similar en composición a la Gran Nube de Magallanes, lo que sugiere que fue arrancada de la galaxia más recientemente".
Este descubrimiento ha sido inesperado. Los modelos informáticos de la Corriente predijeron que el gas salió completamente de la Pequeña Nube de Magallanes, que tiene una fuerza gravitacional más débil que su primo más masivo, han indicado los expertos.
Fuente: europapress
Las Nubes de Magallanes, dos galaxias enanas que orbitan la Vía Láctea, están a la cabeza de un enorme filamento gaseoso conocido como la Corriente de Magallanes. Desde el descubrimiento de la secuencia en la década de 1970, los astrónomos se han preguntado si este gas procede de una o ambas de las galaxias satélite.
Para llegar a esta conclusión, los expertos utilizaron el Espectrógrafo de Orígenes Cósmicos del Hubble (COS), junto con las observaciones del Very Large Telescope de ESO, para medir la abundancia de elementos pesados, como el oxígeno y azufre, en seis localidades lo largo de la Corriente de Magallanes.
El equipo ha encontrado bajas abundancias de oxígeno y azufre a lo largo de la mayor parte de la corriente, haciendo coincidir los niveles en la Pequeña Nube de Magallanes hace unos dos millones de años, cuando se cree que la cinta de gaseosa que se ha formado.
Sin embargo, en un giro sorprendente, el equipo descubrió un nivel mucho más alto de azufre en una zona más cercana a las Nubes de Magallanes. "Estamos encontrando la misma cantidad de elementos pesados en la corriente hasta llegar muy cerca de las Nubes de Magallanes, y luego el niveles de elementos pesados sube", ha indicado uno de los miembros del equipo, Andrew Fox.
Según ha indicado, "esta región interior es muy similar en composición a la Gran Nube de Magallanes, lo que sugiere que fue arrancada de la galaxia más recientemente".
Este descubrimiento ha sido inesperado. Los modelos informáticos de la Corriente predijeron que el gas salió completamente de la Pequeña Nube de Magallanes, que tiene una fuerza gravitacional más débil que su primo más masivo, han indicado los expertos.
Fuente: europapress
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